Social
Destruyen el símbolo de la trata y explotación sexual
Famoso ‘night club’ Katanas ya no existe sino en escombros


Viernes, 30 Septiembre, 2016 - 19:24

El Katanas ha dejado de existir. El local que fuera el “night club” más famoso de la ciudad de La Paz quedó en escombros la tarde de este viernes 30 de septiembre, tal como lo deseaba Noemí Cámara, la joven que se animó a denunciar a su propio padre, quien era el propietario.

Luego de años de susurros sobre las atrocidades que ocurrían en ese local, este 2016 la Fiscalía avanzó en la investigación y logró colectar evidencias de que en el Katanas había trata de personas y explotación sexual.

Gracias a la denuncia de Noemí, quien desde sus 15 años trabajó en el centro nocturno, se logró comprobar que el administrador del local, Gustavo Fernández, hacía viajes al exterior para reclutar jóvenes de quienes pasaba fotos a su jefe Marco Cámara quien estaba encargado de facilitar la migración.  

Una vez en el país, las mujeres eran despojadas de sus documentos y obligadas a tener relaciones sexuales, bajo amenaza de deportación, supuestamente para pagar el costo de los pasajes aéreos, según la Fiscalía.

Marco Cámara y su administrador fueron detenidos preventivamente, uno en la cárcel de San Pedro y el otro en Patacamaya, por el cargo de trata y tráfico de personas cuya sanción es de ocho a 12 años de privación de libertad.

El dueño del Katanas denunció que su hija quiere quedarse con el inmueble donde funcionaba el centro nocturno. Sin embargo, Noemí ya figuraba como propietaria del lugar y en lugar de mantenerlo como estaba prefirió derribarlo para hacer un parqueo de vehículos.

Este viernes el centro nocturno fue demolido. Se cerró la calle adyacente y, con la presencia de organizaciones como Mujeres Creando y un concierto de cámaras, se procedió con la destrucción del edificio cuyo frontis exhibía pintura, relieves y hasta estatuas que pretendían imitar a la cultura egipcia.

Antes de la demolición, la activista María Galindo, como es su estilo, lanzó pintura y escribió el edificio consignas de apoyo a Noemí y de crítica al proxenetismo que se descubrió en el Katanas. “Ninguna mujer nace pare ser puta”, decía una las leyendas de Galindo, quien además le dedicó un grafiti al alcalde Luis Revilla acusándolo de “cómplice”.    
 
Luego de que obreros sacaron los techos de calamina del Katanas, una retroexcavadora comenzó con la tarea de derribar el centro nocturno, que se ha convertido en un símbolo de la trata y el proxenetismo.

Se derribó la estatua de faraón que servía de umbral del centro nocturno. Una pala mecánica fue la encargada de tumbar la pared principal dejando al descubierto el interior del “nighclub”, donde hombres pudientes de dinero observaban bailar a jóvenes mujeres desnudas sin saber el tormento que se ocultaba.

Una inspección de la Fiscalía logró evidenciar que incluso el Katanas tenía en su interior paredes falsas, que se usaban para ocultar a las mujeres cuando un operativo de control amenazaba con descubrir las anomalías.

Después de años de evadir a las autoridades, el local ya no pudo ocultar más el delito que impunemente se desarrollaba en su interior. Lo destruyeron y ahora en la avenida capitán Ravelo, cerca al Puente de las Américas se puede observar un montón de escombros de lo que fue uno de los nigthclubs “exclusivos” en la sede de Gobierno.

Cámara no tuvo audiencia por una pastilla

Para este viernes estaba previsto que se realice una audiencia de cesación a la detención de Marco Cámara, sin embargo, otra vez el dueño del Katanas sufrió una descompensación antes de enfrentar a la justicia y fue llevado al Hospital de Clínicas.

La abogada de Noemí, Paola Barriga, informó que Cámara fue dado de alta al poco tiempo de llegar al nosocomio y fue llevado a la cárcel de San Pedro, donde se trasladó el juez para llevar adelante la audiencia, que no se realizó porque el acusado se tomó una pastilla para dormir y no estaba disponible, según la jurista.