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Alrededor de 100 niños estudiantes de la escuela Eduviges Vda. de Hertzog se movilizaron este viernes para rechazar la violencia hacia los menores de edad. No obstante, tuvieron que esperar alrededor de 40 minutos para que la Policía les permita ingresar a la Plaza Murillo.
Según contaron padres y profesores, la marcha comenzó pocos minutos después de las 15.00 en el colegio, que se encuentra en la calle Indaburo, cerca al centro político del país.
La columna de niños intentó ingresar a la plaza Murillo por la calle Bolívar, pero la Policía se lo impidió bajo el argumento de que la unidad educativa no tenía autorización para la movilización.
La marcha, entonces fue a dar una vuelta. Una madre contó que los niños tuvieron que caminar hasta el edificio del Servicio de Identificaciones, para luego bajar por la calle Colón e intentar ingresar a la plaza Murillo por la calle Ballivián.
A las 15.40, la Policía de nuevo interrumpió el paso de la marcha, a pesar de que los niños sólo ocupaban las aceras para no cerrar el tráfico vehicular.
“Hemos querido entrar a la plaza Murillo por la Bolívar, pro no nos han dejado, dicen que necesitamos autorización. Hemos dado una vuelta y aquí (calle Ballivián) de nuevo no nos dejan entrar”, se quejó la madre de familia.
Poco a poco, los uniformados permitieron la movilización avance, pero en la esquina de la plaza Murillo desvío a los niños hacia la calle Bolívar.
Los menores esperaron en ese lugar hasta las 16.00, cuando se efectivizó el permiso para que ingresen a inmediaciones de la plaza Murillo y circulen alrededor de ella.
Los marchistas no tardaron más de 15 minutos en circular el centro político de Bolivia, al grito de “No a la Violencia”.
La directora del establecimiento, Susana Chávez, explicó que la movilización forma parte de un proyecto social-comunitario, en el cual se socializó entre los niños el rechazo a la violencia y ahora se salió a las calles para compartir con la sociedad ese mensaje.
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