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Miles de potosinos se volcaron a las calles para recibir con ovaciones a los marchistas que estuvieron más de 22 días en La Paz, para exigir al Gobierno que atienda sus demandas regionales, reportó radio Aclo de la Red ERBOL.
Alrededor de las 13.30 de hoy, la caravana de vehículos que trasladó a los cívicos y mineros ingresó a la capital potosina, donde la multitud los aguardaba con cánticos, pancartas y muchas banderas. Algunos de los marchistas llegaron inundados de emoción y con lágrimas en los ojos.
Mientras, activistas abrieron libros para recolectar firmas y exigir que el alcalde Williams Cervantes, del Movimiento Al Socialismo (MAS), renuncie a su cargo.
Ayer, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) decidió que sus compañeros que estaban en La Paz regresan, luego de que el Gobierno diera por terminado el diálogo.
Esta mañana, el presidente Evo Morales se refirió al conflicto de cívicos en un acto realizado en Tarija.
“Algunos compañeros me dicen que Comcipo está haciendo líos, pero estoy contento ¿Por qué no? Porque cuando uno se deprime se hace daño”, manifestó el Primer Mandatario.
Llally dice que no tiene miedo
En el acto central realizado en la avenida Tinkuy, el presidente de Comcipo, Jhonny Llally, se dirigió a la masa y recordó que la marcha hacia La Paz comenzó sólo con siete personas.
Aseguró que los cívicos derrotaron al Gobierno y que se evidenció la inexistencia de un plan de desarrollo para su departamento. “Estas mentiras, Potosí nunca va a olvidar”, dijo.
“Para pedir industrias, hospital, proyectos, hay que ser encarcelado, gasificado, baleado y amenazado de muerte, pero no tenemos miedo”, agregó el dirigente.
Llally preguntó a la multitud si los bloqueos se levantan y la gente respondió que “no”, sin embargo, el presidente cívico pidió que se suspendan los piquetes de huelga de hambre.
Anunció que a las 19.00 se realizará un Consejo Consultivo de Comcipo para determinar las medidas a seguir.
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