Hace más de cuatro meses que ni la Alcaldía de La Paz ni la Unidad Operativa de Tránsito logran evitar que el Pasaje Juan XXIII, ubicado en una tradicional zona turística, se convierta en un parqueo de autos y depósito de escombros de construcción, denunciaron algunos vecinos afectados.

Indicaron que hace cuatro meses, los agentes de tránsito dejaron de visitar la zona Belén, para engrampar a vehículos infractores, no obstante que en la misma cuadra hay una Estación Policial que se encuentra permanentemente cerrada.

Tampoco los agentes de parada de la Secretaría de Movilidad y Seguridad Ciudadana de la Alcaldía circulan para ejercer control, mientras propietarios de vehículos particulares ocupan espacios asignados a la circulación peatonal porque esas calles no tienen aceras.

Indicaron que incluso los mismos dueños de casa tomaron las calles, contagiados de otros que no tienen control. Desde la mañana, medio día, tarde y noche se observan vehículos parqueados en los pasillos y en plena calle donde también se encuentran hoteles, negocios particulares y talleres de orfebrería.

Un garaje de alquiler privado, ubicado a pocos metros del acceso principal, sirve de pretexto para circular a cada momento poniendo en riesgo la seguridad de las personas y también de los turistas que visitan el pasaje por la oferta de joyas y por su conexión a la tradicional calle de Las Brujas.