MEDIO AMBIENTE
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Guardaparque busca confirmar la presencia de segunda especie de chinchilla en Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa

Chinchilla de cola corta, Fotografía: Eliceo Delgado REA-SERNAP.



Vía: Agencia de Noticias Ambientales (ANA)

Nelson Fernández-FUNDESNAP

La Paz, diciembre de 2021 (ANA).- El experimentado Guardaparque de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa (REA), Eliseo Delgado Esquivel, a través de una investigación, está tratando de confirmar la presencia de la segunda especie de chinchilla (la de cola larga) para la REA, conocida con el nombre común de Amusca, luego de que en el 2017 encontrara la chinchilla de cola corta en la misma REA, especie extinta en el país por más de 70 años. Por su dedicación, constancia y pasión en la labor de investigación y conservación de diferentes especies de Áreas Protegidas Bolivianas, el guardaparque potosino se convierte en un ejemplo a seguir.




Chinchilla de cola corta, Fotografía: Eliceo Delgado REA-SERNAP.

El monitoreo a la chinchilla de cola corta en la REA fue la base para contar con indicios de la presencia de una segunda especie (de chinchilla) en la REA

Luego de haber encontrado la chinchilla de cola corta en el año 2017, el cuerpo de protección de la REA a la cabeza de Eliseo Delgado, hizo el seguimiento y monitoreo a través de la instalación de equipos, diferentes actividades y medidas de protección de esta especie. Durante el monitoreo y basado en la experiencia y el conocimiento de todos los movimientos y las características de la chinchilla de cola corta, a la fecha, Delgado pudo encontrar ciertos indicios (como fecas, madrigueras y huellas) diferentes a las de la chinchilla de cola corta y de ningún otro roedor conocido en la zona, esperando confirmar la presencia de una segunda especie de chinchilla para la REA, denominada comúnmente Amusca o de cola larga.

En una entrevista exclusiva realizada a Eliseo Delgado Esquivel, guardaparque de la REA, nos cuenta que actualmente está tratando de confirmar la presencia de una segunda especie de chinchilla en la REA: “Tengo el privilegio todavía de encontrar la segunda chinchilla, que es la amusca, ya lo tengo muy cerca para encontrarla, pero me falta tal vez un poco de equipo para poder confirmar su presencia.” Delgado manifestó también que ya tiene un registro certero de huellas y otros indicadores de esta otra especie, pero que hace falta equipo de monitoreo necesario para seguir avanzando en esta misión, ya que, para poder confirmar el avistamiento, hace falta contar con el registro fotográfico.




Guardaparque de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa efectuando trabajos de monitoreo de vida silvestre. Fotografía archivo REA-SERNAP.

Trabajo de Monitoreo para la conservación de la chinchilla de cola corta

Según Delgado, el cuerpo de protección del área protegida en este momento está utilizando equipos de registro e instaló cámaras trampa para el monitoreo de la chinchilla de cola corta, a través de las cuales pudieron observar que el animal no tiene mucho movimiento.




Guardaparque de la REA efectuando trabajos de seguimiento y monitoreo de la chinchilla de cola corta. Fotografía: Archivo REA-SERNAP

Se ha constatado que cuando hace mucho frío, la chinchilla migra a tierras bajas, y en verano sube a la serranía, se alimenta de yerbas y también del cactus, conocido como la tuna, son animales nocturnos. En tiempo de invierno la nevada cubre sus madrigueras, los animales no pueden reconocer y no tienen dónde hospedarse y es cuando los persiguen el gato pampeño y el zorro, poniendo en riesgo sus vidas, manifestó el guardaparque investigador.

El cuerpo de guardaparques de la REA está haciendo un seguimiento estricto para proteger todo ese sector e informar para que la gente no ingrese y no se acerque por sus alrededores, y así evitar que el animal migre del lugar.

El guardaparque, a través del seguimiento desde el año 2017, pudo verificar a través de las pocas cámaras trampa con que cuenta actualmente el área protegida, la existencia de 7 a 8 individuos en cada madriguera, también que una familia de chinchilla pone crías dos veces al año, entre dos y cuatro hijos por año.

Promover el fortalecimiento de Guardaparques investigadores

Los guardaparques son agentes de conservación y personal oriundo de las áreas protegidas que conviven en armonía con la naturaleza, con un alto compromiso con la preservación de sus recursos, que conocen, tal vez como ninguno otro personal, la biodiversidad y sus características de estos espacios de conservación. Sería una gran ventaja comparativa y competitiva invertir en este personal en la capacitación y la correspondiente dotación de equipos, para que los guardaparques cumplan también funciones de investigación, seguimiento y monitoreo.

Ante la pregunta sobre qué tipo de apoyo requieren los guardaparques para cumplir una labor de investigación, Eliseo Delgado respondió: “Lo primero, es necesario el interés, luego equipos de trabajo de campo, como cámaras fotográficas, filmadora, computadora y cámaras trampa para conseguir datos y conocer el movimiento del animal.”

“El equipo que yo tengo es personal, porque yo tengo el interés de trabajar, de obtener datos, de conservar las especies que están amenazadas, me gusta mucho este trabajo, a veces dejo de comprarme algunas cosas personales, incluso para mi familia y prefiero equiparme, me compré cámara fotográfica, cámaras trampa, filmadora, pero no tienen el alcance que se requiere para efectuar tomas fotográficas buenas, es muy esencial tener equipos de largo alcance y buena resolución”, comenta Delgado.




Paisaje y vida silvestre tradicional de la REA, Fotografía: Eliceo Delgado REA-SERNAP

Eliseo comparte: “Es un sentimiento muy hermoso, que un guardaparque pueda hacer todas estas tareas y recuperarlo a este animal que estaba extinto, que no conocíamos y que muchos investigadores ya habían dado por perdido. Es una gran emoción para mí verlos y que nuestras futuras generaciones conozcan a esta especie tan valiosa […].”

“Existía la chinchilla en el parque Tunari en Cochabamba, también en el parque Sajama, sería muy lindo para mí tener esa oportunidad de poder salir a estas áreas protegidas, ir a investigar, porque yo ya conozco todo el movimiento de la especie, sus huellas, su alimentación, cómo encontrar sus fecas. Sería muy lindo también que haya posibilidades de formar parte de un equipo […] de investigadores de guardaparques”, añade Delgado.

Siendo los guardaparques agentes locales de conservación de las áreas protegidas, es estratégico desarrollar conocimientos y/o fortalecer sus capacidades técnicas orientadas al trabajo de investigación, no solamente sobre especies en peligro de extinción sino en diferentes problemáticas que tiene la biodiversidad y otras temáticas. Ejemplos son: la aforación de los ríos, lagos y vertientes; medir los niveles de contaminación de las aguas; encontrar las causas de los incendios forestales; investigar sobre las razones de la disminución de ciertas especies de flora y fauna; el comportamiento del clima y las afectaciones producto del cambio climático; cómo afectan las olas de frío y calor a las especies más vulnerables, etc.

De acuerdo a la experiencia de Eliseo Delgado Esquivel, si bien se necesita primero el interés y la voluntad de los guardaparques para realizar este trabajo, se requiere fundamentalmente de otros dos componentes para una labor de investigación de los guardaparques en áreas protegidas: equipos para el trabajo de campo, como cámaras fotográficas, filmadoras, computadoras y cámaras trampa, dependiendo del tipo de trabajo que se haría.

Por otra parte, y sobre todo se necesita la capacitación técnica del recurso humano de los agentes de conservación, que les permita realizar el trabajo de investigación en las temáticas mencionadas y en muchas otras que son altamente necesarias. Este trabajo será posible a través del establecimiento de alianzas con el sector académico, ONG y sectores del Estado, que están vinculados con temas de formación, capacitación e investigación.

Programa de Monitoreo y Conservación de la Chinchilla en la REA




Chinchilla de cola corta. Fotografía: Eliceo Delgado REA-SERNAP.

Siguiendo el claro ejemplo de la vicuña, que luego de ser considerada en peligro de extinción a nivel nacional por la cacería indiscriminada para aprovechar su valiosa fibra y que en la actualidad recuperó su población hasta convertirse en el programa estrella de conservación y aprovechamiento sustentable de vida silvestre en Bolivia, se hace imperante impulsar un Programa de Monitoreo y Conservación de la Chinchilla en la Reserva de Fauna Andina Eduardo Avaroa, que implique la capacitación técnica a guardaparques, la dotación de equipos que posibiliten entre otras cosas efectuar diferentes registros especializados, diagnosticar su estado actual, monitorear las características de su comportamiento, generar acciones de educación ambiental, registros audiovisuales y fotográficos, entre otras medidas formarían parte de este Programa de Conservación de esta especie, considerada extinta durante 70 años en Bolivia, hasta antes del 2017.

Requerimientos como la capacitación técnica a guardaparques, la dotación de equipos para el monitoreo de especies, el rastrillaje y muchas otras necesidades que posibiliten realizar trabajos de investigación y conservación en las áreas protegidas de carácter nacional, están siendo plasmados en el Plan Estratégico Financiero (PEF) 2022-2031 que SERNAP y FUNDESNAP están desarrollando de manera conjunta, como un instrumento fundamental para la gestión de recursos financieros y no financieros destinados a generar su fortalecimiento.

El trabajo de los y las guardaparques bolivianos va más allá de los patrullajes y el cuidado de los recursos naturales y culturales haciendo necesario visibilizar experiencias de varios agentes de conservación en áreas tan especializadas como la investigación de la vida silvestre.

Artículo producido en el marco del Proyecto “Fortaleciendo las Bases de Sostenibilidad Financiera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SNAP) para la Consolidación de Procesos de Conservación”, implementado por FUNDESNAP en coordinación con el SERNAP y bajo el patrocinio de la Fundación Gordon and Betty Moore.  

NFG/ANA