A PROPÓSITO DE ECUADOR
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Analista alerta que Bolivia no puede sentirse al margen de la escalada de violencia que vive el continente

Alvaro del Pozo, analista en termas internacionales. Foto/captura

El analista en temas internacionales, Álvaro del Pozo, advirtió este domingo que Bolivia no puede sentirse al margen de la escalada de violencia que vive el continente por acción de organizaciones delincuenciales y recomendó al gobierno nacional fortalecer las instituciones del Estado para enfrentar al poder del narcotráfico.

A partir del asesinato del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio, el analista citó el caso de Bolivia que estos días está tratando de encontrar al narcotraficante Sebastián Marset, pero la búsqueda se ha visto muy débil porque tiene instituciones que han sido penetradas por él.

Sostuvo que esa realidad no solamente se observa en Bolivia, sino en todos los estados latinoamericanos que son vulnerables, como el caso de Ecuador, que ha tenido resultados catastróficos en materia de seguridad interna y externa porque la mafia internacional que ha rebasado todas sus fronteras.

“Bolivia está en el centro de Sudamérica y está al alcance de las mafias brasileñas, peruanas o chilenas que se podían incorporar. Compartimos frontera con cinco países y ninguno tiene una frontera asegurada y el efecto de las mafias se podría sentir en Bolivia”, declaró en su participación en el programa Hagamos Democracia de la red Erbol.

Indicó que en Bolivia se cree que todavía no llegaron los cárteles internacionales de la droga, “sin embargo yo creo que sí. Ya están operando, no con los resultados que estamos acostumbrados a ver en México, Colombia o en este caso el Ecuador, pero no eso no quiere decir que en Bolivia no se replique”, comentó.

Recordó que, en Bolivia, ya en la década del 80 se ha detectado que el narcotráfico penetró ciertas instituciones para que su actividad tenga menos control y 40 años después esa figura no ha cambiado, porque el gobierno no ha sabido proyectar una institucionalidad para combatir esos crímenes.

Dijo que esto explica que, en Latinoamérica, los Estados son más débiles que el poder que tiene el narcotráfico en equipamiento, tecnología y dinero, salvo algunas excepciones, como el caso de Uruguay, que ha sabido conservar la institucionalidad teniendo gobiernos de izquierda o derecho. En otros países, los cambios de gobierno siempre aplican la histórica frase que ‘a partir de ahora todo va a cambiar’.

Sostuvo que ningún gobierno ha enfocado sus fortalezas e inversiones en la institucionalidad. En el caso boliviano, la Policía, las Fuerzas Armadas y el servicio de Inteligencia, son débiles, aseveró.

A manera de ejemplo, citó anteriores declaraciones del excomandante de la Policía Boliviana, general Jhony Aguilera, quien decía que “tenemos una Policía más poderosa que el FBI; hace unos días – ya en función de viceministro – decía que la Policía no tiene los instrumentos para combatir el narcotráfico”.

“Esa es la triste realidad, la primera podía ser una declaración poco seria, pero esta segunda se reconoce que no tenemos los recursos y esa es la realidad”, lamentó.