Desde mediados de marzo y hasta la primera semana de julio, funcionarios ediles del Cementerio General de La Paz realizaron 215 incineraciones a cadáveres sospechosos y confirmados de coronavirus, informó este miércoles el director de Empresas y Servicios Públicos Municipales, Martín Fabbri. 

“A la fecha se realizaron 215 cremaciones desde el inicio de la pandemia, un alto porcentaje son confirmados por COVID-19 y el resto, sospechosos”, señaló el servidor público. Explicó que ante los casos de cadáveres que tienen certificados médicos de haber muerto por sospechas del virus, de todas formas asumen medidas de bioseguridad que se asumen para casos positivos. 

Fabbri mencionó que todo el personal usa equipos de protección personal, como: guantes, barbijos, gafas, mamelucos y botas. Mientras que las acciones más extremas para evitar la propagación del coronavirus son la desinfección de los hornos crematorios y otros ambientes, siete veces al día.

Solo en junio hubo 124 incineraciones; y los primeros días de julio, la demanda continúa en aumento, hay jornadas en las que se realiza hasta ocho. La Municipalidad paceña, por instrucción del Alcalde Luis Revilla, redujo a Bs 700 la cremación de un fallecido por coronavirus, regularmente el precio de un cuerpo mayor fresco era de Bs 2.224.

“La ciudadanía no puede entrar al Cementerio General, sigue cerrado. Si hay entierro o cremación por COVID-19, no hay posibilidad de que los dolientes acompañen”, aclaró Fabbri. Explicó que excepcionalmente, si hay un sepelio por una causa diferente al coronavirus, pueden entrar 10 personas.

(Con información del GAMLP)