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Samuel echa dudas al modelo económico de Arce y alerta sobre ánimo de venganza de Evo

Samuel Doria Medina, jefe nacional de UN. Foto/captura

El jefe de Unidad Nacional Samuel Doria Medina estuvo activo este fin de semana en su cuenta de twitter del que disparó varios mensajes que abren debate sobre algunos retos económicos del presidente electo Luis Arce Catacora y alerta al mismo tiempo ánimos de venganza de Evo Morales con el retorno del MAS al poder.

Doria Medina fue casi el último jefe opositor en reconocer este sábado los resultados oficiales de las elecciones, admitiendo que Arce tiene clara mayoría, pero dijo que “eso no significa que tenga razón en todo”. Aunque ya no tiene representación parlamentaria, anunció que vigilará el respeto a la democracia, derechos humanos, apoyará lo bueno y se opondrá a los errores.

Cree que, en el campo político, el debate será entre los que ven la democracia exclusivamente como voto y los que ven como Estado de Derecho, con garantías para las minorías, división de poderes y respeto a los derechos humanos.

“El debate será, también, entre los demócratas de todas las líneas (inclusive el MAS) y Evo Morales, que hoy está en Venezuela y que tratará de vengarse de su salida del poder”, escribió en uno de los cinco mensajes que lanzó desde su cuenta oficial.

Sostiene que a partir de ahora se abrirá un debate entre quienes creen que el modelo económico del gobierno de Evo Morales era bueno, pero fue dañado por la transición y los que creen que el modelo se agotó y necesita reingeniería urgente.

Focaliza en su interés sobre el rol de las docenas de empresas estatales que, en su criterio, van a consumir unos recursos que el país ya no tiene. Pone en cuestión una posible decisión del presidente Arce de seguir cargando el peso en el sector privado, que está exhausto.

Samuel es economista y se pone en condiciones para afirmar que la falta de exportaciones presionará sobre las reservas internacionales de dólar y recomienda tomar créditos de los organismos financieros, en lugar de dejar de pagarlos, como quiere Arce.