Luego de la inundación y la crisis de seis días que vivió la población, dos partidos políticos emprendieron este fin de semana una inusual carrera por el control de la Alcaldía de Guanay en las próximas elecciones del 7 de marzo.

El sábado estuvo el candidato a Gobernador de La Paz por la alianza Somos Pueblo, Rafael Quispe, quien asistió a la proclamación de su candidato a alcalde Gregorio Queti, propuesto por la organización “Pueblos Indígenas Lecos y Comunidades Originarias de Larecaja” (PILCOL).

Al mismo tiempo fue proclamado como candidato a Gobernador. Quispe fue recibido por una caravana de movilidades y representantes del pueblo leco que le ofrecieron una cálida recepción.

Rafael "Tata" Quispe en la plaza principal. Foto/RQ

Este domingo, el turno fue del Movimiento Al Socialismo que pintó de azul la plaza principal, donde fueron proclamados su candidato a alcalde Víctor Ticona y sus candidatos a concejales que vienen avalados por la junta vecinal, federación de campesinos Túpac Katari, Interculturales y cooperativistas auríferos.

A diferencia de los anteriores comicios, para esta elección el MAS logró una importante alianza con las cooperativas auríferas que constituyen una considerable masa electoral, al ser la principal actividad que mueve la economía local.

Ticona lanzó su oferta electoral en base a tres pilares: educación, la salud y el desarrollo productivo de la población y las comunidades aledañas. Igualmente mencionó políticas de atención a la mujer, niños y otros sectores vulnerables de la sociedad.

Sin embargo, los candidatos no hicieron conocer propuestas para mitigar las futuras inundaciones, a diferencia del candidato a la reelección a Gobernador Félix Patzi quien, durante su visita tras la riada, ofreció continuar con la construcción del muros de contención sobre las orillas de los ríos Mapiri y Tipuani.

A casi un mes de las elecciones, ambos partidos, el MAS y Somos Pueblo, comenzaron a disputar la preferencia del voto que apunta a reemplazar al actual alcalde Roger Tintaya elegido el 2015 por el MPS.

Tintaya está a días de acabar su gestión con nota de aplazo por no haber encarado, durante cinco años, proyectos de impacto social como la solución al abastecimiento de agua potable de forma interrumpida y, sobre todo, por falta de transparencia en la gestión municipal.