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El Museo Nacional de Historia Natural en Cota Cota acaba de dar la bienvenida a una escultura del bufeo boliviano o delfín rosado. La representación deja ver al público al mamífero acuático en su tamaño real y sus características naturales.
“La exposición fue reinaugurada con la escultura del bufeo y su cría, creadas por la artista Ninoska Aparicio, una donación del experto Enzo Aliaga que lidera las investigaciones sobre la especie y de Luis Guizada”, explicó la directora del museo, Fabiana Méndez, quien aseguró haber tenido un “amigo delfín” en 1996 que la cuidaba y acompañaba cuando viajaba por la región de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni, en los llanos de Moxos.
La muestra de fauna amazónica del Museo Nacional está conformada por 25 especies representativas de la región de tierras bajas. Son esculturas de tamaño real y animales disecados que junto a la información ofrecida al visitante, permiten entender mejor el ecosistema y su relación con el ser humano.
El investigador Enzo Aliaga, que estudia por más de una década al bufeo boliviano, dice que es un animal silvestre y los cuentos e historias sobre su interacción con el humano generalmente son positivos para el hombre.
Recuerda que se rescataron a 26 bufeos en 2010, cuando un turbión los atrapó en el río Grande y donde los habitantes desviaron corrientes y deforestaron el sector, alterando su ecosistema.
Por otra parte, en una comparación entre los bufeos bolivianos con los delfines marinos, Aliaga considera que el espécimen de la amazonia del país, puede ser más eficiente que los del mar, ya que al no existir una visibilidad en los ríos –las aguas son turbias por el material de arrastre–, los delfines rosados usan un sistema sensorial como un radar para guiarse y ubicar sus presas con mucha precisión.
El delfin del río fue declrado Patrimonio Natural y Nacional en 2012, también es Patrimonio Departamental del Beni y símbolo de Trinidad. La especia clasificada como vulnerable, tiene un Plan de Acciòn para su Conservación, en la que se prioriza la educación ambiental y el respeto por la especie junto a su hábitat.
Por Edwin Conde Villarreal/Cronista del Siglo XXI
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