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Dos goles de Lavezzi, dos de Messi, dos de Agüero y uno de Correa pusieron en claro las diferencias que en el momento se expresan entre el fútbol de los argentinos y los bolivianos.
Un equipo nacional empecinado en hacer lo menos aconsejable, jugar con línea de tres, ofreció los espacios para que los delanteros adversarios hicieran su trabajo sin mayor problema.
El plantel alterno que puso en el terreno de juego el entrenador argentino decidió no correr, sino manejar el partido, ya que desde los cuatro minutos se encontró con la victoria y a partir de allí, todo se fue encadenando para marcar la diferencia entre unos y otros.
Noventa minutos exactos tuvo el encuentro, de los cuales ochenta fueron de posesión de la pelota por parte de los albicelestes. Bolivia ni siquiera inquietó el arco de Romero, salvo en una oportunidad en un tiro libre, que terminó con el balón en las redes, que fue anulado por posición adelantada.
La era Baldivieso comenzó de la peor manera, pero esta goleada en contra no es culpa del “Emperador”, es parte de las diferencias futbolísticas entre ambos, aunque jamás expresada en los guarismos que dejó el partido.
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