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La crisis económica vuelve a ser tema del día en el fútbol boliviano. Al momento, dos planteles se encuentran en paro: The Strongest y Blooming; Néstor Clausen renunció a Sport Boys por falta de pago. Es evidente, los clubes son deficitarios y la base económica del balompié nacional depende de mecenas como Marcelo Claure.
Percy Luza, alto directivo de Bolívar, asegura que su institución, actualmente una de las más solventes económicamente, pasó por esa ingrata situación y fue Claure quien la “devolvió a la vida al club”.
“Sin Claure, Bolívar ya no existiría. Teníamos unas deudas de más de siete millones de dólares, todos los inmuebles estaban hipotecados. Es decir, sino se hacía este plan de salvataje, el Bolívar en este momento sería historia”, expresó haciendo referencia al próspero empresario boliviano.
Para Luza la solución a esta problemática radica en “fortalecer la Liga mejorando contratos de televisión, consiguiendo sponsors y vendiendo su imagen para optimizar la de los clubes, lo cual desembocaría en mayores recaudaciones e importantes contrataciones”.
Por su parte, el director de la Academia del Balompié Nacional, Isaac Mollinedo, añadió que además el gobierno debería coadyuvar con políticas deportivas destinadas a aligerar la carga impositiva.
“Los dirigentes no van a poder aguantar si se mantiene el mismo trato de impuestos nacionales con el deporte. Hasta el mismo fútbol base sufre para subsistir”, expresó Mollinedo, quien con resignación aceptó que la única manera de ascender y mantener un equipo en la Liga para su persona sería que “Marcelo Claure lo adoptara como hijo”.
Este cáncer que sufre el balompié nacional se está encargado de mermar a clubes cuyo ingreso es mínimo, el ejemplo más cercano La Paz Fútbol Club. Esta institución ya no existe tras la renuncia de Mauricio González, quien desistió de apadrinar al equipo ante los malos resultados.
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