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Paul Gascoigne: de estrella del fútbol inglés a irreconocible alcohólico sin techo

Viernes, 22 Agosto, 2014 - 16:56

Cada cierto tiempo, el fútbol inglés se despierta con un nuevo capítulo de una historia que ya va para dos décadas y que tiene visos de acabar de forma trágica. Paul Gascoigne y el alcohol. El alcohol y Paul Gascoigne. Uno de los futbolistas con más talento que ha tenido el fútbol de las islas lleva dos décadas arrastrándose por sus adicciones. Cuando jugaba, al menos conseguía disimularla, pero desde que se retiró no ha dejado ser protagonista por sus problemas con la justicia, su salud e incluso para encontrar un sitio en el que dormir.

El último episodio sucedió este jueves, cuando fue hallado fuera de su domicilio en estado de embriaguez. Varios agentes de policía y una ambulancia acudieron a su piso de Sandbanks, en el condado de Dorset, donde lo encontraron en el suelo con una botella de vodka en la mano. Luego fue trasladado al hospital. Y el dueño de la casa le da diez días para dejarla. Las fotos publicadas por el periódico británico Daily Mirror muestran a un Gascoigne muy demacrado, casi irreconocible. Tiene 47 años, pero aparenta muchos más. La cara hinchada, una amenazante calvicie y un físico depauperado que apenas recuerda al jugador vigoroso que enamoró a Inglaterra.

Paul Gascoigne, o 'Gazza', como era conocido, llegó a ser, a principios de los años noventa, "la persona más famosa y probablemente más querida de toda Gran Bretaña", dijo el perodista Terry Wogan cuando lo invitó a su programa. Alejado del canon de futbolista inglés, el jugador nacido en Gateshead era un centrocampista de mucha calidad, potente, con una gran visión de juego y con capacidad para llegar al área contraria y marcar. Jugó en el Newcastle, el Tottenham, la Lazio, el Rangers, el Middlesbrough y el Everton. El Gansu chino o los ingleses Burnley y Boston United también lo tuvieron en sus filas, pero ya no era ni de lejos algo parecido a un jugador de fútbol.

Su irreverencia y asombrosa facilidad para meterse en líos le impidieron desarrollar todo su potencial, lo que no evitó que se convirtiera en toda una celebridad en Inglaterra. Los tabloides explotaron hasta el límite su figura, y él les ayudaba dándoles motivos para ellos. Hasta el punto de que, casi veinte años después de su cénit futbolístico, 'Gazza' es más recordado por lo que hacía fuera del campo. Hace un año, varios medios de comunicación, junto con amigos íntimos del exjugador, pusieron en marcha una iniciativa para impedir que los bares le vendieran alcohol.

"Gascoigne está aquí con su hermano, su mejor amigo y un guardaespaldas. Mientras juegue aquí, vivirán en Roma, aunque cada uno en su propio piso. Pero no se pierdan lo que pasó anoche... Serían poco más de las doce e Yvonne y yo nos habíamos ido a dormir cuando, de repente, tocaron a la puerta. Abrí y estaba Paul, completamente desnudo a excepción de unas pequeñas gafas. "Si necesitas algo -me dijo-, llámame". Esta mañana la policía ha entrado en su habitación. Un policía había esposado a su amigo a una silla y no podían soltarlo. Los cuatro siempre van juntos a todas partes seguidos por un coche de la policía romana con la sirena encendida. Está como una cabra este Gascoigne".

Lo anterior es un relato del holandés Aron Winter, compañero de 'Gazza' en la Lazio, en la revista Voetbal International y que recoge el periodista Simon Kuper en su libro 'Fútbol contra el enemigo', en el que dedica un capítulo a las peripecias de peculiar y polémico jugador inglés. La razón por la que los ingleses idolatran a Gascoigne es "todo un misterio", escribió Kuper, que sí identificaba cuándo comenzó esa 'gazzamanía': cuando lloró tras ser amonestado (era una amarilla que acarreaba suspensión) en las semifinales del Mundial de Italia'90, el último gran éxito de la selección inglesa. También llegó a semifinales en la Eurocopa de 1996, y Gascoigne estaba en ese equipo. Jugó 57 partidos con la selección.

Su amigo Harry Redknapp, que actualmente entrena al Queens Park Rangers, le ha ofrecido ayuda. "Le vi hace un mes y le dije que le recogería por las mañanas para que viniera a los entrenamientos conmigo e hiciera un poco de trabajo con los chicos", comentó. De momento, el tipo que reconoció en su autobiografía sufrir adicciones al alcohol, las apuestas, el tabaco o la comida basura, no parece que esté en condiciones de realizar esa labor. "Es un gran tipo y es triste ver cómo está ahora mismo", lamentó Redknapp.

(Tomado de El Confidencial)

 

 

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