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La eliminación de Bolívar de la Copa Libertadores de América deja varias interrogantes en relación con la presencia de los equipos nacionales en campeonatos de orden internacional.
Salvo la consagración de Mariscal Santa Cruz como campeón de la Recopa Sudamericana, allá por los años 70 del siglo pasado, lo más que se han acercado los equipos bolivianos a una buena campaña ha sido a una semifinal, en la Libertadores, y una final en la Sudamericana.
¿ Por qué los planteles nacionales no pueden acceder a un título internacional ? ¿ Por qué la Selección no puede clasificar a los mundiales ?
Las respuestas tienen varias aristas y depende del punto de vista desde el cual se mire.
Para Sergio Apaza, entrenador nacional, Bolivia está atrasada 25 años en el tema táctico; peor aún, no cuenta con una planificación adecuada para formar una estructura ideal.
La idea es compartida por Óscar Sanz, otro de los directores técnicos que reclama un cambio radical en la forma de trabajar en el fútbol boliviano.
Para el preparador físico Jaime Jiménez, que ahora está en Oriente Petrolero junto a Eduardo Villegas, si bien se avanzó mucho en la preparación de los jugadores, todavía estamos lejos de llegar al nivel que requiere un certamen internacional.
Para el médico y exjugador de fútbol Raúl Alberto Morales, la cuestión médica y el aporte de la ciencia para un mejor rendimiento del jugador debería ser un factor importante
Desde el presidente de la Federación, pasando por el de la Liga y la Asociación Nacional, terminando en los titulares de los equipos, falta estructura; sin embargo, no deja de ser un discurso como ha quedado demostrado hasta ahora.
Un botón de ejemplo
La temporada pasada llegó al país José Fernandes Fhilo, doctor en educación física, para dictar una clínica en la ciudad de La Paz acerca de la preparación física en deportistas de élite.
En esa oportunidad, Fhilo sostuvo que los deportistas de alto rendimiento, como el caso de los jugadores del Barcelona, trabajan desde el punto de vista físico durante todo el año y no solamente dos o tres meses.
“No es lo mismo entrenar a Messi que a Iniesta, para cada uno hay un trabajo específico”, dijo el brasileño.
“Todo esto lo determina un factor que se llama dermatoglifia, que se conoce en cuanto nace un niño”, apuntó el profesional para agregar que hay jugadores con capacidades aeróbicas y anaeróbicas.
Fernandes sostuvo que en el fútbol no es lo mismo el trabajo de un delantero que el de un defensor y eso tiene que ver con ejercicios específicos, algo que en Bolivia aún se desconoce.
Esos ejercicios, además, explicó Fhilo, deben merecer una alimentación también especifica.
En el mundo del alto rendimiento, de acuerdo con el brasileño, se trata de encontrar y trabajar el núcleo del músculo y no tan solo el grupo muscular, que debe ser el que acompaña la acción y la reacción de la masa muscular en su conjunto.
La falta de una adecuada planificación lleva a dirigentes, jugadores y entrenadores a cometer varios errores, que se terminan pagando con la eliminación.
El déficit del fútbol boliviano tiene que ver con: sistema, táctica, estrategia, dietética, psicología y fisiología del esfuerzo, entre otros.
Todo eso y mucho más se resume en una palabra: Planificación.
Por todo lo anotado, es doblemente meritorio lo que hicieron en esta Copa Bolívar y The Strongest, pero también es evidente que se está lejos de levantar una copa internacional.
Por lo pronto, nada cambia y este jueves queda ratificado que seguimos 25 años atrasados en relación con el resto del fútbol mundial.
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