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El asesor de los panificadores asalariados de El Alto, Freddy Quispe Callisaya, señaló hoy que producir una unidad de pan de batalla cuesta al menos 26 centavos de boliviano. El asalariado indicó que todavía hay margen de ganancia para los productores, por lo que no es pertinente pensar en incrementar el precio del pan.
“Hay margen de ganancia, pese a todo nunca existe un panadero pobre”, manifestó Quispe a Erbol.
El asalariado, provisto de datos, explicó los gastos en que se incurren para la producción de pan con un quintal de harina.
“El panadero recibe un quintal de harina subvencionada a 130 bolivianos, monto al que hay que sumar 6 bolivianos por el traslado, luego dos libras de azúcar por 6 bolivianos, levadura por 6 bolivianos, pago de la mano de obra por 42 bolivianos y gas por 20 bolivianos, como mucho, hace una suma de 210 bolivianos para producir en promedio 800 marraquetas”, manifestó Quispe.
Con estos datos, la producción de la unidad de pan cuesta 0,26 centavos de boliviano, lo que deja un margen de ganancia de 0,16 centavos, ya que su precio al público es de 0,40 centavos de boliviano.
Quispe indicó que de un quintal de harina se llega a sacar hasta 940 unidades de pan, como él demostró a los panaderos de la Federación de El Alto. Dijo además que como trabajador asalariado el precio por quintal elaborado varía según la panadería, y oscila entre 40 a 48 bolivianos.
La panificadora y vendedora de pan del mercado Yungas, Ruth Moscoso, manifestó que efectivamente hay ganancia en el rubro, pero es a base de “harto sacrificio”.
Indicó que la producción de pan por quintal de harina varía, porque cada panadero “tiene su maña”. Remarcó que por lo general salen 800 unidades de marraqueta con buen peso. Sin embargo dijo que “hay panaderos que no son tan honrados y a los 60 gramos que debe pesar el pan le quitan un pedazo, entonces salen unos cuantos panes más”.
Señaló que si bien existe ganancia, no es suficiente para que un panadero y su familia vivan de manera holgada.
“Están en este momento (algunos dirigentes) dilucidando qué van a hacer. 40 centavos no es suficiente para que un panadero viva holgadamente, porque el panadero no tiene un seguro médico ni una jubilación, y además sacrifica su mano de obra y no lo toma en cuenta como parte de su trabajo”, manifestó.
“En este momento el panadero que elabora el pan es directamente el propietario, trabaja con la familia, la esposa y los hijos, y es por eso que el panadero en su mayoría, no todos, no cuenta la mano de obra, está regalando el esfuerzo, el trabajo”, apuntó.
El dirigente de los panificadores de Cochabamba, Freddy Cuentas, dijo que este año mantendrán el precio de la unidad de pan en 40 centavos de boliviano, de acuerdo al compromiso asumido con el gobierno, pero para la gestión 2016 “vamos a considerar un reajuste y va a saltar muchísimo la cuestión de precio”.
Dijo que los actualmente los márgenes de ganancia son “ínfimos”, contrariamente a lo manifestado por Quispe y Moscoso.
“Estamos al borde del colapso, pero no le digo que estamos a pérdida, ganamos centésimas de centavo por unidad de pan, ni siquiera llegamos a un centavo, sin embargo, para nosotros es importante cumplir nuestro compromiso con el gobierno”, apuntó.
Agregó que esperan la convocatoria de la ministra de Desarrollo Productivo, Verónica Ramos, para renovar el acuerdo de dotación de harina subvencionada -en Bs130 cuando en el mercado se consigue hasta en Bs280 el quintal-, de parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
“La población debe estar tranquila porque al final de cuentas ellos son los que sufren si hay una subida (en el precio), por eso este año el pan seguirá con el mismo precio de 40 centavos”, manifestó.
Freddy Quispe panadero asalariado, indicó que hay voces en la Federación de Panificadores de El Alto que piden un aumento en el precio del pan, porque “no sube desde hace cinco años”.
“La Federación quiere que suba el pan si o si porque dicen que no sube hace cinco años. Dicen que desde marzo si o si va a subir”, manifestó.
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