Economía
Desde el punto el vista salarial
Cedla: Desigual distribución del ingreso ‘ya es ofensiva’
Observan que el dinero no llega igual para todos. Foto/ilustrativa


Viernes, 20 Abril, 2018 - 10:24

En medio de la actual discusión salarial entre autoridades de gobierno y dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB),  el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) planteó que la discusión debe centrarse en  la desigual distribución del ingreso porque actualmente “ya es ofensiva” con relación a otros países de la región.

Un análisis escrito por  la investigadora del Cedla, Silvia Escóbar de Pabón,  señala la necesidad de revisar los niveles salariales vigentes, no sólo en los  incrementos porcentuales tal como sucede todos los años, cuando las demandas de incremento salarial  planteadas por los trabajadores son consideradas por el gobierno y empresarios como  inviables, desproporcionadas y un desincentivo para la inversión, exhortando a preservar la estabilidad económica y no poner en riesgo las inversiones o la generación de empleos.

Observa que en estos tiempos, “la desigualdad en la distribución del ingreso nacional ya es ofensiva porque  la participación de los salarios disminuyó hasta el 25% y es la más baja de la región; en cambio la ganancia empresarial nunca baja del 50% y el resto queda en manos del Estado como impuestos”.

La investigadora cree que como el crecimiento económico bolivianos es el más alto de la región, corresponde que se refleje también en una mejora salarial.

Señala que la política de incremento salarial debe tener como principal referente la variación en el costo de los bienes y servicios que consumen los trabajadores y sus familias, de manera que los aumentos al salario mínimo y al básico sean suficientes para una mejora sustantiva de su capacidad adquisitiva.

En su análisis sostiene que según la información oficial, uno de cada cuatro trabajadores  de las ciudades gana un monto inferior al salario mínimo  y cuatro de cada 10 tiene un ingreso que no alcanza para cubrir por lo menos el costo de alimentos de una familia, pese a que  sólo representa el  40% de los gastos de consumo de los hogares, según el  nuevo IPC (INE, 2017).

Por lo tanto, la discusión debe centrarse en  la desigual distribución del ingreso y en la necesidad de revisar los niveles salariales vigentes, no sólo en los  incrementos porcentuales.