Economía
Existe un atraso de hasta 20 años
IBCE sostiene que Bolivia no puede controlar plagas
Gusano cogollero. (Fotos: La Prensa)


Viernes, 20 Mayo, 2016 - 21:42

El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, a través del Iniaf (Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal), no puede controlar el brote de bacterias, plagas, insectos y malezas que están atacando a los sembradíos de arroz, maíz y soya en las regiones del Oriente y el Chaco boliviano, según Cecilia Gonzales, especialista agrobiotecnóloga del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

En criterio de Gonzales, Bolivia se quedó entre 10 a 20 años atrasada en nivel de biotecnología, en relación a los países latinoamericanos, además de la utilización de las semillas genéticamente mejoradas.

“Bolivia se ha quedado un poco atrás. La manera como están modificadas estas semillas, no están preparadas necesariamente para contrarrestar los eventos que estamos viendo, tanto de plagas como de precipitación de temperatura. Entonces lo que se necesita es ver cómo va a Bolivia enfrentar el uso de la biotecnología, cómo vamos a recuperar estos 10, hasta incluso 20 años que nos hemos quedado estáticos”, afirmó.

Según Gonzales, las plagas tienden a expandirse por las temperaturas y el cambio climatológico, como el caso del “gusano cogollero”, que habita en las hojas y tallos de las plantas de maíz, además de otros productos similares. Dijo también que los agricultores en la región del Chaco usan actualmente semillas de maíz genéticamente modificada, la cual si no es manejada adecuadamente podría afectar la producción.

“La manera convencional tarde muchas veces de 8 a 15 años en desarrollar estas variedades, esa es una de las ventajas que se pueda tener genéticas y moleculares que podemos desarrollar en esas variedades en 3 a 5 años”, indicó.

Resultados del estudio sobre cultivos genéticamente modificados

El 16 de mayo, concluyó un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Academia de Ciencias de los Estados Unidos, el cual certifica que los cultivos genéticamente modificados no dañan la salud.

“La OMS y la FAO han concluido que es improbable el riesgo de cáncer para los seres humanos a través de los alimentos que ingieren y, que tampoco hay un efecto genotóxico para el ser humano a partir de los cultivos tratados con glifosato”, señaló la especialista.

El 17 de mayo, la Academia Nacional de Ciencias de Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, presentó el estudio “Cultivos genéticamente modificados: Experiencias y Perspectivas”, el cual avala la seguridad de los alimentos genéticamente modificados, sin hallar evidencia de daño a la salud humana o del medio ambiente.