Espectáculo
Lo hallaron sin vida
Falleció el ícono del pop Prince a los 57 años


Jueves, 21 Abril, 2016 - 14:54

Icono incontestable del pop, Prince ha muerto a los 57 años hoy en su estudio de Paisley Park, situado en Chanhassen, en Minneapolis, según confirmó la agencia Associated Press. “Un varón que no respira”, fue la frase que emitió la radio de la policía en respuesta al aviso llegado desde el estudio. Pocos segundos después, esa misma radio emitía el mensaje de que se estaba practicando un masaje cardiorespiratorio, CPR. El cuerpo sin vida era el de la estrella del pop.

Según informó TMZ la semana pasada, Prince llevaba varias semanas luchando contra una persistente gripe que, a comienzos de mes, lo obligó a cancelar dos conciertos. Aunque seguía sin estar totalmente recuperado, el artista sí realizó el que tenía previsto en Atlanta el 14 de abril. Al día siguiente, sin embargo, cuando regresaba a su casa, su avión tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Moline, Illinois, donde fue tratado durante tres horas en un hospital. No se reveló en ese momento la causa de la emergencia médica. Se suponía que Prince reanudaría este jueves sus actuaciones.

“Prince está vivo y bien”. Así empezaba el pasado sábado la crónica del diario local de Mineapolis Star Tribunesobre la última comparecencia pública de Prince. Fue el sábado 16. Acababa de regresar a casa desde Atlanta con una escala inesperada en Illinois, donde tuvo que ser tratado de emergencia en un hospital, y quería demostrarle a su público más fiel, ese que vivía en la misma ciudad de Minneapolis, que se encontraba en forma pese a llevar semanas sufriendo de una gripe que no se lograba quitar.

“Esperad unos días antes de malgastar vuestras oraciones”, dijo al público cuando, poco después de la medianoche, apareció en la dance party organizada en la casa-estudio donde este jueves fue hallado muerto. Prince “quería fardar de su nuevo piano Yamaha púrpura (tocó Chopsticks y un breve pasaje instrumental) y de su también flamante guitarra púrpura (que no tocó)”, cuenta el cronista de la noche. Ese piano también aparece retratado en la cuenta de Twitter del fallecido artista, en la que también anunciaba la fiesta del sábado en Paisley Park que acabó siendo su última.

El pasado noviembre Prince canceló su gira europea con motivo de los atentados de París. “Debido a los trágicos sucesos de París, ICO (agencia organizadora de la gira europea) nos ha comunicado su decisión de posponer los inminentes conciertos de Prince en Europa hasta nuevo aviso”, explicó en un comunicado de prensa la agencia promotora en España, Doctor Music. Esta gira, llamada Prince Spotlight: Piano & A Microphone, fue anunciada por el músico en Minnesota. Se trataba de un tour en un formato inédito para él, en el que actuaría solo, con un micrófono y un piano de cola.

El artista, cuyo nombre de nacimiento era Prince Nelson, vivía a las afueras de Minneapolis. En los años 90, Prince cambió su nombre por el símbolo impronunciable “símbolo del amor” y se tatuó en su mejilla la palabra “esclavo”, como forma de protesta por las condiciones contractuales impuestas por su sello discográfico Warner.  También fue llamado “el artista antes conocido como Prince" o por la abreviatura “TAFKAP”.

De cualquier manera, el músico fue una figura incontestable de la música popular de los últimos 30 años. No solo se va un músico mayúsculo. Gracias a su visión innovadora y a su poderosa estética, era un verdadero emblema del pop. Durante la década de los años ochenta, fue uno de los artistas más importantes e innovadores, dando forma a principios de la década a lo que se conoció como el sonido Minneapolis, que se caracterizaría por su influencia del funk y el R&B dentro de una concepción pop. Fue su gran aportación en la década en la que el pop dominó las listas de éxito. Alcanzaría la cima de su popularidad con el álbum Purple Rain (1984), uno de los discos más emblemáticos de aquella década que influiría en toda una legión de artistas y grupos en años posteriores.

La muerte de Prince viene a constatar un año aciago para la música popular, que ve cómo desaparecen algunos de sus grandes iconos. David Bowie, Glenn Frey de los Eagles o Merle Haggard.

Fuente: El País