Género
Empleo precario y educación deficiente afectan a jóvenes

Martes, 12 Agosto, 2014 - 18:18

El empleo con alta precariedad, inestable, sin seguro social y de bajos salarios, y la educación deficiente son los elementos que “golpean” a los jóvenes del país, según dos especialistas.

El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Bruno Rojas, explicó que en 2011 siete de cada 10 jóvenes tenían empleos inestables, pero los datos del 2001 indicaban que el 22 por ciento tenía empleo precario que, en 2011, subió al 51 por ciento.

“La pérdida de la calidad de empleo golpea en mayor medida a los jóvenes, en este sentido, por ejemplo, si hablamos de la cantidad de jóvenes que tienen empleo precario extremo, (inestable, sin seguridad social y de bajos ingresos), estamos hablando de alrededor del 83 por ciento, que teniendo una fuente de trabajo tiene la característica de alta precariedad”, afirmó.

El director del Instituto de Investigaciones Sociológicas (IDIS) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), René Pereira, manifestó que los “records de educación” fueron mejorando sustancialmente porque los años de escolaridad fueron subiendo, pero urge hacer ajustes en la calidad educativa.

“Hay que hacer ajustes importantes en la calidad de educación que en la cantidad del incremento de matrícula. Soy viejo docente de la universidad y puedo decir que los jóvenes que llegan a la universidad pública tienen serios déficit en la lecto-escritura y las habilidades en matemáticas”, sostuvo.

Rojas argumentó que los datos indican el alto índice de la subutilización del trabajo de los jóvenes. En 2011, siete de cada 10 jóvenes tenían empleos de alta precariedad; entonces, sólo el 27 por ciento de los jóvenes tenían un trabajo estable, el resto, la gran mayoría, sigue pagando el alto costo de la “inestabilidad laboral”.

Las tasas de desempleo son todavía muy elevadas, así como los niveles de pobreza. La mayor parte de los adolescentes abandonan los estudios por razones laborales (20 por ciento), en tanto que las adolescentes no continúan sus estudios  por razones reproductivas (29 por ciento), según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Agrega que el acceso a los servicios de salud en ámbitos urbanos obedece a la demanda espontánea, la mayor parte de adolescentes y jóvenes atienden sus problemas de salud en servicios públicos. Cerca de un 50 por ciento indica haber recibido atención satisfactoria. Las adolescentes y jóvenes usurarías del Seguro Universal de Salud (SUMI) constituyen casi el 60 por ciento de las consultas en materia de SSR.

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