Género
Las féminas son el 86% de los comerciantes
Gremiales: La mayoría son mujeres y sus dirigentes varones
Foto: La Prensa


Lunes, 27 Abril, 2015 - 20:44

Más de 32 mil gremiales pululan diariamente por las calles y avenidas de La Paz, instaladas en puestos ambulantes o fijos, en mercados o la vía pública; la mayoría de estas comerciantes son mujeres. Según las cifras oficiales, el 86 por ciento está constituido por féminas aglutinadas en más 70 sindicatos, pero sus representantes son varones.

Uno de los dirigentes varones que ostenta el cargo por más de 15 años es Zenón Yupanqui, representante de la Federación de Gremiales Artesanos y Comerciantes Minoristas de La Paz. 

“Como dirigente sindical estoy 30 años, fui presidente de las juntas vecinales, representante de las comerciantes de alasitas, dirigente sindical de la Central Obrera Boliviana (COB), entre otros cargos sindicales,  (ahora estoy) aproximadamente 15 años dirigiendo la organización gremial”, dijo Yupanqui. 

María Cuaquira, vendedora de frutas del mercado Rodríguez, dijo que los hombres conocen el entorno gremial y tienen el suficiente carácter (o personalidad) para hacerse respetar frente a los funcionarios de la Alcaldía. 

“Mi dirigente (Zenón Yupanqui) se hace respetar ante los gendarmes de la Alcaldía, saca cara por nosotras, cuando los guardias municipales nos vienen a agredir votando nuestras frutas”, argumentó. 

En cambio, Elena Poma, vendedora de verduras, expresó su deseo de ser representada por una mujer. “Si (nuestro dirigente) don Julio Patiño cediera su cargo, yo creo que puede haber otra persona que nos represente, mejor si es mujer, pero eso habrá que esperar”, afirmó. 

Guadalupe Callisaya, exdirigente de su sindicato, agregó que para ser representante gremial se necesita de mucho tiempo porque el delegado tiene que buscar solución a los conflictos que se presentan. “Por eso muchas mujeres rechazan el cargo”, justificó.   

“Para ser dirigenta hay que dedicarse y dejar de vender porque todos los días tienes que ir a la federación a solucionar los problemas que tienen algunas compañeras de base, ya no vendes y qué vas a llevar a tu casa”, explicó.

El trabajo que realizan las vendedoras es complejo y difícil porque tienen que levantarse desde la madrugada para ir a comprar los productos a por mayor.

“Yo me levanto a las 04.30 de la mañana, para salir de mi casa a las cinco e ir a comprar, todo el día estoy en mi puesto, solo llego en la noche a cenar y lo peor es que sacrifico a mis hijos porque no los veo mucho”, contó Rosa Limachi, otra vendedora de verduras. 

El comercio informal es una actividad persistente en las calles y plazas de ciudades como La Paz. Tiene un papel importante en el conjunto de las actividades económicas y reduce el desempleo.