Sereci dice que en Bolivia se registran 16 divorcios por día

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16 divorcios se registran en Bolivia diariamente por hechos relacionados a adulterio, abandono, violencia y otros, según los datos del Servicio de Registro Cívico (Sereci).

Sólo en 2011, se registraron 5.887 divorcios en todo el país, siendo el departamento de La Paz con un mayor índice de registros de 1.553 caso, seguido por Santa Cruz con 1.407, y Cochabamba tiene 1.383.

En cinco años de 2007 y 2011, se registraron 30.832 divorcios, correspondiendo la mayor parte al departamento de Santa Cruz con 27 por ciento, La Paz con 24 por ciento, y Cochabamba con 23 por ciento.

Principales causas

Los factores que inciden en el divorcio, según el Código de Familia, son desde el adulterio, la relación homosexual, el atentar contra la vida de la o el cónyuge, corromper a las hijas o hijos y abandono malicioso del hogar.

Las causales que más se presentan judicialmente son la de “sevicia (o crueldad), injurias graves o malos tratos de palabra o de obra que hagan intolerable la vida en común” y la separación de hecho “libremente consentida y continuada por más de dos años”, según el estudio de la Coordinadora de la Mujer, pero tratar de probar hechos como el adulterio u otras causales puede ser un proceso complejo e incluso inviable.

Muchos sin registro

No todos los divorcios realizados en instancias judiciales llegan a ser cuantificados en el Sereci, ya que el registro de la desvinculación matrimonial no es obligatorio.

“Esta situación facilita que hayan personas, principalmente hombres, que tengan dos o más familias de forma simultánea, dejando en desprotección a sus parejas no registradas y a sus hijas e hijos”, afirma Katia Uriona, secretaria Ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer.

Por ejemplo, en los juzgados de Partido en Materia Familiar del departamento de Santa Cruz, entre los años 2010 y  2012, se registraron sólo 5.207 divorcios.

En La Paz, en 2011, en los juzgados de Partido de Familia se ingresaron 2.635 nuevas demandas de divorcio. Y sólo en el Distrito de La Paz existen ocho juzgados de Partido de Familia que atienden procesos de divorcio y disolución de matrimonio y otros procesos como filiación, apelaciones, recusaciones, división y partición de bienes.

En La Paz hay un promedio de 153 sentencias de divorcio a la semana, siendo el primer departamento con mayores índices, seguido por Santa Cruz y Cochabamba.

En Cochabamba, según información de la Plataforma de Atención del Usuario Externo del Tribunal Departamental de Justicia, entre 2007 y 2012 se registraron 17.208 procesos de divorcio en los siete juzgados de familia.

En Chuquisaca, en los juzgados de Partido de Familia, entre los años 2007 y 2012 se recibieron un total de 3.114 procesos de divorcio. En Tarija, entre 2008 y 2012, se registraron 1.925 procesos de divorcio en los juzgados de familia.

Trámites burocráticos

El proceso de divorcio supone diversas situaciones y costos emocionales y económicos, que en el caso de las mujeres se agrava por la mayor responsabilidad social asignada sobre los o las hijas, situaciones de violencia y con frecuencia menores recursos económicos, que las revictimiza, según el informe.

“El sistema es muy complejo, porque tienes que decir de todo para probar la causal”, afirma Amelia T., quien está tramitando su divorcio con el apoyo de un bufete de abogados.

Enfrentar este proceso no es igual para quien tiene recursos y para otras que uien no las tiene. “Yo pagué, di un poder a mi abogado y luego él me informó que ya estaba todo listo”, comenta Gabriela P., profesional independiente.

Por el contrario Josefa T. dice que tuvo que “caminar de un lado al otro” para poder culminar con su proceso. “Me moría de miedo de pararme ahí al frente de la jueza, sólo pensar en mis hijos me ha ayudado a poder mirarle”, sostuvo.

El divorcio es más sencillo, si existe un acuerdo transaccional, sobre los aspectos más relevantes del divorcio como la guarda o la división de bienes. A pesar de ello, el Código de Familia no abre muchas alternativas para agilizar los procedimientos ya que, en el mejor de los casos, se debe de todas formas esperar dos años para poder hacer este proceso, destaca.

Procesos costosos

El costo de los procesos de divorcios se determinan de acuerdo con el tiempo y complejidad de cada caso; sin embargo, hay que tomar en cuenta que los abogados se rigen por un arancel mínimo para el cobro de sus honorarios, independientemente de los costos adicionales que conlleva el pago de timbres, notificaciones, y otros actuados que se llevan a cabo durante todo el proceso, indica.

Los costos de estos procesos están sujetos a los aranceles de los colegios de abogados que oscilan de acuerdo a cada departamento. Sin embargo, más allá de los aranceles que deberían ser más bajos, las y los abogados cobran tarifas diversas según cada región.

Agrega que en el caso de La Paz es de 5.000 bolivianos, en Cochabamba es de 4.000 bolivianos, en Tarija 3.000 bolivianos, en Chuquisaca 2.500 bolivianos y en Pando, alrededor de 2.000 bolivianos.

“Si hay bienes, quienes más ganan en un divorcio son los abogados”, señaló con humor Jorge C. Prueba de ello es que, en caso de producirse una división judicial de los bienes, la abogada o el abogado recibirá el 10 por ciento de los mismos, afirmó.

Las falencias y los sesgos de género y clase afectan la vida cotidiana de bolivianos e hijos que se desarrollan en medio de familias en situación de conflicto o violencia, donde el proceso hacia el divorcio es como un vía crucis con costos emocionales y económicos a todos los integrantes de un hogar.

Hay la necesidad ineludible de trasformar los aspectos patriarcales y falencias en los procedimientos de la actual normativa, para que el acceso efectivo a la justicia facilite la pronta resolución de estos procesos, según la Coordinadora de la Mujer.

Código de familia con rasgos patriarcales

Uriona afirmó que el Código de Familia conserva rasgos patriarcales, por ejemplo, en la causal de “sevicia, injurias graves o malos tratos” donde se establece que  debe ser apreciada “teniendo en cuenta la educación y condición del esposo agraviado”.

El artículo 99, del Código de Familia, establece que el marido puede restringir a la mujer el ejercicio de profesión u oficio. “Estos aspectos no tienen cabida en la construcción del nuevo Estado Plurinacional, descolonizado y despatriarcalizado, sostuvo.

La Paz, 28 septiembre 2012 – J.C.

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