Indígenas
Argentina
Comunidades indígenas reclaman títulos de propiedad
En la carpa viven 25 personas de las etnias indígenas de Argentina, incluidos mujeres y niños. Foto: PanAm Post.


Martes, 1 Diciembre, 2015 - 12:34

El próximo presidente argentino, Mauricio Macri, tendrá mucho más que hacer que ocuparse de la inflación, el déficit fiscal y la pobreza estructural.

Hace más de nueve meses 25 representantes de las comunidades originarias de Argentina —Qom, Pilagá, Wichi y Nivaclé—, acampan en pleno centro porteño, a sólo unas cuadras del Ministerio de Desarrollo Social y la Casa de Gobierno, demandando que los reciba la presidenta Cristina Kirchner y les devuelva tierras que, aseguran, les pertenecen.

El campamento consiste en una carpa celeste y blanca en la que cabrían unas 50 personas paradas, colchones dentro y fuera de la tienda que ya se ve deteriorada, sábanas y ropa colgadas al sol, pancartas con leyendas de resistencia, siete baños químicos, ollas con restos de comida y, al menos, tres banderas con los colores de las comunidades originarias.

Todo ello contrasta con el pavimento, los trajes, zapatos y el apremio del porteño promedio. La enorme tienda está en la intersección de la tradicional Avenida de Mayo con la 9 de Julio, justo en las afueras de la zona del microcentro, área de finanzas, bancos y oficinas comerciales.

Su líder Félix Díaz explicó meses atrás que en principio están allí para exigir que les entreguen las tierras que les fueron arrebatadas hace décadas, piden también el respeto al derecho de autodeterminación, que se les participe en cuestiones relacionadas a los recursos naturales y cumplimiento a la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

“Queremos volver con una solución, es lo que esperan nuestras mujeres y ancianos. Esta carpa no tiene fecha, ni año”, había asegurado Jorge Palomo, vocero wichi a finales de julio, cuando cumplieron seis meses de acampe.

También precisó: “nos matan con indiferencia y discriminación”. Si bien no tienen el apoyo gubernamental, cuentan con el respaldo de organizaciones ecológicas, sociales y universitarias.

“El Gobierno buscó la manera de dividir a la gente. En 1979 fuimos despojados, cuando el Gobierno de la Provincia le cede a Parques Nacionales parte de nuestro territorio indígena. Perdimos 50 hectáreas de tierra y la situación por la que pasamos fue muy crítica. Nadie sabía cómo dirigir la comisión directiva porque el cacique no sabe leer ni escribir. En algunos papeles aparece la firma de los caciques que ceden parte de sus territorios sin saberlo”, sostuvo Díaz.

El 3 de noviembre macó un antes y un después en la rutina Qom: el entonces candidato a presidente Mauricio Macri (hoy presidente electo) visitó la carpa y conversó con Díaz sobre las problemáticas de las comunidades originarias.

Díaz expresó que hace dos años que viene intentando juntarse con la presidenta Kirchner, pero que sólo ha logrado reunirse con funcionarios que “siempre con las mentiras, prometen cosas que nunca terminan de cumplir”, dijo.

Según el líder indígena, Macri se comprometió con la firma de un acta que en el caso de ganar entablaría un diálogo con los pueblos indígenas sin intermediarios y a “dejar en manos de los pueblos originarios el Instituto de Asuntos Indígenas”.

“Las tierras son nuestras”

Narciso Sanagachi, representante presidente en la carpa, conversó con PanAm Post sobre las demandas de tierras. A su lado, correteaban dos perros callejeros.

“Hace tiempo que estamos acá reclamando el tema del territorio y que nos atienda la presidenta, hasta ahora nunca, no nos recibe”, expresó.

Sobre la visita de Macri indicó que “fue el único político que se acercó. Pero nosotros no somos políticos, nosotros venimos a reclamar el territorio y nada más”.

Sanagachi dijo que lo que piden es que se les devuelvan los territorios que originalmente les pertenecían a sus ancestros. “El territorio es de nosotros, de todos los pueblos indígenas. Había cinco mil hectáreas y entonces el gobernador de Formosa nos sacó 1.500 hectáreas como para vender y ahora quiere sacar todo para vender otra vez todo. Por eso estamos, vamos acá luchando”, sostuvo.

Precisó que el gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán, quiere hacer tratos “con otros países”.

“Nosotros no tenemos el título (de propiedad) del territorio. Porque en esa vuelta, cuando vinieron, al primer cacique nunca le dieron el título del territorio. Ahora la gente entra a ese lugar sin permiso porque no hay titulo. Siempre fue nuestro”, destacó.

Sanagachi añadió que en junio realizaron una marcha a la cual asistieron representantes las 15 provincias con pueblos originarios. “Cuando se terminó la cumbre, un viernes, hicimos una marcha para la Casa Rosada para entregar los papeles (de demanda). Estaban Aníbal Fernández (Jefe de Gabinete) y Florencio Randazzo (ministro del Interior y Transporte), pero después los dejó, los abandonó todos. Hablaron 10 minutos y después dice ‘ahora vamos a volve’ y cuando salieron de ahí nunca más volvieron”, sostuvo.

El represente en Buenos Aires dijo que en la carpa pasan “hambre, enfermedad, frío”. Además, precisó que los niños que están viviendo en la carpa “no están yendo a la escuela”. Al ser preguntado sobre qué necesitan de la sociedad, respondió con un panfleto que suelen repartir a los curiosos. Allí dice: “Buscamos sumar corazones a la defensa de una forma de vida diferente al capitalismo. Que nos conozcan y acepten”.

La solución: derechos de propiedad

El juez y escritor Ricardo Rojas le indicó a PanAm Post que ellos buscan que se les reconozcan esas tierras porque fueron tradicionalmente de su tribu (no hay derechos de propiedad entre ellos), y no se lo reconocen.

“No sé si les interesa tanto el título de propiedad, como asegurarse de que puedan seguir viviendo allí; no creo que quieran título para venderlas. La idea es que se reconozca el territorio como de la comunidad. Imagino que se podría resolver con, por ejemplo, una reservación, como hicieron los estadounidenses, aunque ellos inventaron las reservaciones para acotar sus territorios, acá lo harían para garantizárselos”, explicó.

Para Rojas el problema surge por la falta de definición de derechos. Sostiene el magistrado que las comunidades originarias tienen las tierras por tradición.

“No tienen derechos de propiedad registrados, en teoría son tierras fiscales, y el Gobierno del Chaco (y Formosa) se las ha ido sacando. Es un problema de imposible solución en la medida en que la tierra aumente de valor. Por eso, la única solución que tienen es que de algún modo les fijen derechos de propiedad, sea en una reserva u otorgándosela en forma individual. De lo contrario se las seguirán quitando”, concluyó. (El Canal)