Indígenas
Guatemala
Indígenas, más afectadas por matrimonio infantil
Montenegro del Osar -al centro-, explica el riesgo de las violaciones. Foto: Elquetzalteco, prensa libre.


Jueves, 5 Mayo, 2016 - 12:03

Menores indígenas forzadas a tener relaciones sexuales con patronos que hasta les triplican la edad y que las dejan embarazadas a los 16 años: este es el perfil de los matrimonios infantiles en Guatemala, concluye un estudio presentado hoy.

"Me cambió la vida: uniones tempranas, embarazos y vulneración de derechos en las adolescentes", es el título del informe elaborado por El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y hecho público este miércoles en la capital.

En 2014, se registraron en Guatemala 79.496 matrimonios, de los que 21.295, casi el 30 por ciento, involucró a menores de 20 años y 857 a menores de 15 años.

En ese mismo año, 34.970 menores de 18 años resultaron embarazadas, 2.243 de ellas menores de 15 años: el 78 por cierto de estas niñas adolescentes estaban solteras legalmente.

El estudio, al que tuvo acceso Efe, resalta la "alta correlación" entre el embarazo y la unión en adolescentes: el 91,8 por ciento de las menores encinta antes de los 18 años estaba casada o unida, una situación sin reconocimiento legal "que coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad al momento de una separación".

La edad promedio de la primera unión es de 15 años en las mujeres y de 20 años en los hombres, pero son frecuentes (hasta un 51 por ciento de las participantes en el estudio) los casos de niñas de 12 años cuyas parejas "les doblan o triplican la edad".

De media, las menores guatemaltecas encuestadas para este proyecto tuvieron su primera relación sexogenital a los 15 años, con un varón 7 años mayor, y su primer embarazo a los 16. 9 de cada 10 dejó de estudiar tras quedar encinta.

Este esquema de matrimonio infantil se basa, apunta el estudio, en "un entramado de relaciones de poder vinculadas a lo económico y traspasadas por el sistema jerárquico de género, donde el pacto entre hombres atraviesa la clase social".

Así, el 68,7 por ciento de estas mujeres tiene como principal función cuidar a sus hijos y 8 de cada 10 no trabaja fuera del hogar.

El no uso de métodos anticonceptivos es otra de las razones de estos embarazos tempranos: más del 60 por ciento de las menores no utilizó protección, lo que derivó en su estado.

Para frenar esta lacra, la ONU aboga por impulsar campañas de sensibilización social, trabajar con las familias, transformar las condiciones económicas y apostar por la educación de las menores.

El Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) de Guatemala documentó en 2014 un total de 5.100 niñas de entre 10 y 14 años embarazadas; y en los primeros siete meses de 2015 otros 3.722 casos.

Muchas de estas jóvenes experimentan problemas de salud como consecuencia de estos abusos: anemia, infección del tracto urinario, complicaciones del parto, problemas de crecimiento intrauterino y bajo peso del recién nacido.

De hecho, el riesgo de muerte en menores de 15 años es dos veces mayor al de las mujeres adultas. (EFE)