Internacional
Tras ejecución de clérigo
Aumenta tensión entre Arabia Saudí e Irán
Shíies condenan la ejecución del clérigo saudí Sheikh Nimr al-Nimr


Domingo, 3 Enero, 2016 - 16:06

Las tensiones siguen en aumento entre Irán y Arabia Saudí tras la ejecución el sábado de un popular clérigo shíi por las autoridades saudíes que desató protestas, en parte violentas, en varios lugares del mundo.

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió hoy a los líderes de Arabia Saudí que sufrirán una venganza divina tras la ejecución del clérigo shíi Nimr al Nimr, uno de los 47 condenados a muerte que fueron ejecutados el sábado. Entre ellos había otros tres shíies, informó DPA.

"Sin duda este derramamiento de sangre injusto de ese mártir tendrá consecuencias y los líderes saudíes sentirán la venganza divina", dijo Jamenei. Al Nimr nunca llamó a un levantamiento armado, solamente cumplió con sus obligaciones religiosas, afirmó el ayatolá, citado por la agencia de noticias iraní Isna.

La ejecución desencadenó protestas de musulmanes shíies en varios países vecinos. En Teherán, la embajada saudí fue atacada e incendiada en parte en la noche del sábado y aún hoy cientos se produjeron enfrentamientos con la policía cuando cientos de manifestantes intentaban acceder al grito de "muerte a la familia real saudí".

El presidente iraní, Hassan Rohani, condenó lo ocurrido en la delegación diplomática. "El ataque de extremistas contra la embajada saudí en Teherán es injustificable y tuvo consecuencias negativas para la imagen de Irán", dijo Rohani en un comunicado.

"Este tipo de actos tienen que terminar de una vez por todas", pidió el mandatario.

En Teherán ha habido varios ataques de gran alcance contra embajadas, los más sonados los de 1979 contra la estadounidense y en 2011 contra la británica.

El Ministerio de Interior, los servicios secretos y la policía actuarán consecuentemente contra quienes atacaron la embajada, agregó Rohani. La policía detuvo a 40 manifestantes.

Además, el Ministerio de Exteriores iraní prohibió hasta nuevo aviso cualquier concentración frente a delegaciones diplomáticas, por lo que una manifestación que estaba prevista para hoy tendrá que celebrarse en otro punto de la capital del país.

Sin embargo, las autoridades saudíes rebajaron la importancia de las condenas iraníes, acusando al país persa de apoyar el terrorismo. "Al defender los actos terroristas el régimen iraní es considerado un socio de sus crímenes", dijo el Ministerio de Exteriores saudíe en un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial SPA. 

El texto acusa también a Irán de seguir un "sectarismo ciego".

Las relaciones entre Riad y Teherán escalaron aún más en los últimos meses al apoyar a partes enfrentadas en las guerras de Siria y Yemen.

También la máxima autoridad chiita en Irak, el clérigo Ali al Sistani, denunció la ejecución como "injusta" y lo describió como un "mártir".

"Hemos recibido con tristeza y dolor extremos la noticia del martirio de nuestros hermanos de fe, incluyendo la última del jeque Nimr al Nimr", dijo en un comunicado publicado por la web de noticias independiente "Al Sumaria".

En la provincia de Wasit, en el centro de Irak, cientos de chiitas tomaron hoy las calles pidiendo al gobierno iraquí el cierre de la embajada saudí, reabierta el mes pasado tras 25 años.

En la parte india de Cachemira miles de chiitas se manifestaron en varios lugares contra la ejecución, blandiendo carteles con la imagen del clérigo o llevando banderas negras.

"Con el asesinato del ayatolá Al Nimr se han cometido graves errores y cosecharán lo que han sembrado", dijo el jeque Hussain Lufti, uno de los líderes de la protesta.

Según testigos, algunos manifestantes resultaron heridos cuando la policía les intentó frenar utilizando bastones.

Las ejecuciones desataron una ola de condena internacional pero también preocupación por la escalda de las tensiones. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró "profundamente consternado".

"El jeque Al Nimr y otros presos ejecutados fueron condenados en juicios que despiertan graves preocupaciones sobre la naturaleza de los cargos y la justicia del proceso", dijo su portavoz en un comunicado.

Los chiitas en Arabia Saudí se quejan de discriminación a la hora de encontrar un trabajo en el sector público o acceder a los beneficios sociales accesibles  para otros ciudadanos, por ejemplo. El Gobierno niega sin embargo esas acusaciones, que denunciaba el cérigo Al Nimr, que exigía más derechos para esa minoría.

(Fuente: El Universal)