Internacional
Entregan conclusiones
Conferencia de la Plataforma de Biofuturo

Domingo, 5 Noviembre, 2017 - 17:36

Los gobiernos y las agencias internacionales se comprometieron en Sao Paulo a aumentar masivamente la bioenergía y los bioproductos para luchar contra el cambio climático

 Las proyecciones indican que no hay forma de cumplir los objetivos del Acuerdo de París sin al menos duplicar la participación de la bioenergía moderna en el consumo mundial de energía para 2030.

 Veinte países miembros de la Plataforma Biofuturo adoptarán una fuerte Declaración de la Visión que se respaldará en noviembre en Bonn, Alemania, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CMNUCC, para elevar la necesidad de ampliar una bioeconomía sostenible de baja en carbono en la agenda global.

Según las proyecciones de las agencias internacionales de energía, el uso de la bioenergía como una parte del uso de energía en el mundo necesita más que duplicar para 2030 si el mundo quiere evitar que la temperatura suba por encima de los 2ºC. 

"Simplemente no tenemos otra opción. Tenemos que ampliar masivamente la bioenergía y hacerlo rápido", dijo Paolo Frankl, Jefe de la División de Energía Renovable de la Agencia Internacional de Energía (AIE). 

"La bioenergía sostenible es un componente indispensable de la cartera necesaria de tecnologías bajas en carbono en TODOS los escenarios de mitigación del cambio climático", dijo Frankl, sobre la base de los hallazgos de un próximo informe clave sobre el tema. 

Las declaraciones se hicieron como parte de la Cumbre Biofuturo, la primera gran conferencia de la Plataforma Biofuturo, una coalición de veinte gobiernos nacionales, la industria y la comunidad de investigación lanzada en noviembre de 2016 durante la COP23 de la CMNUCC en Marrakesh, destinada al desarrollo de una bioeconomía sostenible y baja en carbono. 

La Cumbre de dos días se celebró en São Paulo, Brasil, los días 24 y 25 de octubre, y se reunieron más de 270 delegados de 28 países para analizar las mejores formas de enfrentar un desafío relevante para el futuro de la humanidad: crear una gran escala, bioeconomía sostenible y baja en carbono. 

Se llevó a cabo en asociación con below50, una coalición corporativa respaldada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés) con el objetivo de promover combustibles bajos en carbono.

Los diseñadores de políticas gubernamentales de Brasil, Canadá, Finlandia, India, Italia, Reino Unido, Estados Unidos y otros debatieron abiertamente sus respectivas políticas y programas actuales y futuros para la bioenergía y la bioeconomía, incluido el estándar de combustible bajo en carbono (LCFS) de California, el próximo RenovaBio de Brasil, el Estándar de Combustible Limpio de Canadá, la visión de mil millones de toneladas de bioeconomía de Estados Unidos y más. 

La bioeconomía, tal como la definieron los participantes de Biofuture, es el uso de la biomasa que utiliza tecnología para producir energía, materiales y productos químicos, como una alternativa sostenible y baja en carbono a la energía y los productos basados en fósiles.

Por su parte, los miembros de la industria destacaron los avances clave en las tecnologías de conversión y las revoluciones agrícolas, tales como la caña de alta densidad, el uso de residuos y biometano, la conversión de celulosa y muchos otros. 

"El riesgo tecnológico ya no es el principal desafío como lo era hace unos años, sino el acceso a los recursos de capital", dice Bernardo Gradin, CEO de GranBio, una empresa responsable de uno de los cinco primeros de plantas de etanol de segunda generación a escala comercial en el mundo.

 

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