Internacional
Atlántico Norte
Horrible hallazgo en último bote salvavidas del Titanic
Históricas fotografías se difundieron en Europa. Foto / ABC de España

Miércoles, 20 Abril, 2016 - 10:45

Día 15 de abril de 1912, 2:15 de la mañana. Durante una gélida noche en medio del Atlántico Norte, el primer oficial del «Titanic», William McMaster Murdoch, lucha a brazo partido junto a James Paul Moody (sexto oficial del «Buque de lo sueños») para arrojar al agua el último bote salvavidas -el Plegable A- que queda en cubierta. Viven los últimos estertores del buque, los últimos cinco minutos que el transatlántico pasará sobre la superficie antes de ser engullido por el océano. Y lo que no saben es que la barca que están tratando de arrojar al mar será recordada 104 años después por los horrores que fueron descubiertos en ella cuando fue encontrada.

Y es que, como demuestran una serie de imágenes que acaban de salir a subasta, cuando los marineros del «RMS Oceanic» se toparon con este bote salvavidas el 13 de mayo de 1912 (casi un mes después del desastre), se encontraron también con un espectáculo horrible que más les valdría haber olvidado. ¿La razón? En su interior había desde algunos cuerpos inertes de los trabajadores de las calderas (uno congelado y cuyos brazos se desprendieron del torso en el momento de ser desplazado) hasta el anillo de compromiso de un hombre que no pudo salvar a su esposa.

 

Como muchos ya sabrán, el «Titanic» contaba con 16 botes salvavidas fabricados en madera. Estos estaban ubicados a lo largo de la cubierta. Curiosamente, y aunque con ellos no había espacio ni para la mitad del pasaje (solo podían albergar a 1.178 pasajeros de los 2.278 que viajaban contando con la tripulación), el buque cumplía perfectamente la normativa en curso para navíos de su tamaño. Con todo, la compañía reforzó este total con cuatro más, todos ellos plegables y del modelo Engelhardt. Estos últimos podían embarcar hasta un total de 47 personas y fueron denominados como A, B, C y D (en contra de sus hermanos mayores, a los que se les asignó números.

 

Según se cree (y tal y como han informado varios medios internacionales como el «Daily Telegraph») el Plegable A fue el último bote en abandonar el «Buqe de los sueños» aquella noche a las 2:15 de la madrugada. En palabras del diario, los oficiales Murdoch y Moody trataron de bajar esta barca hasta el mar colocándole sobre los cabrestantes. Sin embargo, cuando el agua empezó a llegarles por las rodillas, abandonaron la tarea. El Plegable A, con todo, terminó cayendo sobre el líquido elemento y sirvió a un número indeterminado de personas (entre 12 y 30) como plataforma sobre la que subirse para evitar morir.

 

El hallazgo

 

Un mes después, el 13 de mayo de 1912, los marineros del «RMS Oceanic» se encontraron a unas 200 millas del lugar del naufragio (unos 320 kilómetros) el bote Plegable A. Al acercarse para tratar de rescatar a aquellos que hubiesen sobrevivido, se toparon con un espectáculo horrible. En la barca había, para empezar, los cuerpos inertes de dos bomberos de la sala de máquinas del «Titanic».

 

Además, y según puede verse en una nota manuscrita escrita por un miembro de la tripulación del buque rescatador, uno de ellos estaba tan congelado que sus brazos se separaron del torso cuando fue movido. En cuanto a cadáveres, el último de ellos que ocupaba el interior de aquel bote era el de Thomson Beattie, un pasajero de primera clase que todavía llevaba su esmoquin.

 

Al buscar más a fondo en el bote, los seis miembros del «Oceanic» dieron también con un anillo de bodas con la siguiente inscripción: «De Edward a Gerda». El mensaje indica que era propiedad de Edward Lindell y su esposa, Gerda, ambos pasajeros de tercera clase.

 

El testimonio de August Wennerström (un superviviente) afirma que el marido trató de subir a su mujer al bote, pero no lo logró y se quedó apretando su alianza hasta que murió congelado. Al parecer, su cuerpo fue arrojado después a las aguas por los supervivientes para aligerar la carga.

 

¿Qué fue de los pasajeros que sobrevivieron sobre el Plegable A? Al parecer, fueron recogidos por otro bote salvavidas antes de la llegada del «Carpathia», el navío que salvó a la mayoría de los supervivientes. Tras el transbordo, se dejó aquella barca a su suerte con varios cuerpos inertes sobre ella. Así hasta que fue descubierta por el «Oceanic», como bien muestran las fotografías y la nota guardadas durante 20 años por un coleccionista privado. «Estas tres fotografías demuestra como se recuperó el último bote salvavidas del “Titanic”. Además van acompañadas de una inscripción que detalla pormenorizadamente el suceso», afirmó el subastador, Andrew Aldridge.

 

TEXTO. ABC DE ESPAÑA

 

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