Internacional
Unicef calcula ha dejado a cerca de un millón
Cifra de muertos en terremoto de Nepal sube a 3.700
Tras el temblor en Nepal, una lengua de nieve sepultaba a cientos de escaladores.Foto: El País


Lunes, 27 Abril, 2015 - 09:36

Nepal está sumido en el caos tras el terremoto de intensidad 7,8 que el sábado golpeó el país. La lluvia que cayó durante la noche, la falta de comunicaciones y de medios y las réplicas del seísmo están complicando la búsqueda de supervivientes. Al menos 3.726 personas han muerto, según cifras oficiales citadas por Reuters. Pero el número de víctimas puede subir más ya que las autoridades alertan de que los equipos de rescate aún no han podido llegar a algunos de los sitios más afectados, en las zonas montañosas del oeste del país.

Los heridos se cuentan por miles en Katmandú. Muchos de ellos esperaban a ser tratados en las polvorientas calles de la capital, debido a la insuficiencia de medios y saturación de los hospitales. “Tantos los centros médicos públicos como los privados están saturados y están atendiendo a los pacientes en la calle”, alerta el embajador de Nepal en India. Unicef ha advertido de que hay cerca de un millón de niños afectados que necesitan ayuda urgentemente.

Las carreteras que salen de la ciudad están llenas de gente, algunos con sus niños en los brazos, que intentan coger un autobús, un coche o un camión. En el aeropuerto internacional de la capital se están formando largas colas de turistas y ciudadanos que buscan un vuelo a la desesperada.

“Estamos llegando con ayuda a personas fuera de Katmandú, pero es extremadamente difícil proporcionar asistencia a mayor escala en las áreas más afectadas por el terremoto. Muchas carreteras han sufrido importantes daños. Los miembros de nuestro personal aún están tratando de comprobar que tanto sus familias como los miembros de las organizaciones con las que trabajamos están a salvo. Hasta ahora, los recuentos de víctimas se refieren únicamente al Valle de Katmandú. Me temo que, desgraciadamente, esto es solo el comienzo”, explica Cecilia Keizer, directora de Oxfam en Nepal en un comunicado difundido por la organización.

El país ha declarado el estado de emergencia nacional y el primer ministro, Sushil Koirala, que regresó precipitadamente la pasada noche de un viaje oficial a Indonesia, ha pedido la colaboración de todos los ciudadanos y ha instado a no perder la calma pese a las fuertes réplicas que continúan sacudiendo el terreno. Este domingo se registró un nuevo movimiento de 6,3 grados.

El seísmo causó el colapso de muchos edificios de la capital, sobre todo en el extrarradio, donde se encuentran los barrios más pobres. De los que quedan en pie, muchos tienen graves problemas de estabilidad. Algunos ciudadanos intentan levantar los escombros con sus propias manos. Otros acuden a donar la sangre que requieren desesperadamente unos hospitales desbordados y donde, según testigos presenciales, ya no hay espacio donde colocar a los muertos. Las comunicaciones se han visto gravemente afectadas y el funcionamiento de los teléfonos y de internet es, cuando menos, esporádico. Los cortes en el suministro eléctrico que ya padece el país de modo crónico se han agudizado.

Uno de los grandes problemas potenciales en Katmandú es la falta de agua potable. El suministro de agua corriente ha dejado de funcionar y la embotellada ya escasea. Hay también temor a que puedan extenderse las enfermedades contagiosas.

Varios países se han movilizado para apoyar a las autoridades nepalíes enviando equipos de rescate y asistencia así como alimentos, pero el esfuerzo humanitario avanza con grandes dificultades. La intensa lluvia se suma a las carreteras cortadas y a las deficiencias estructurales.

En el Everest, los equipos de rescate continúan evacuando en helicóptero a los montañeros atrapados en la montaña más alta del mundo, según cuenta el escalador rumano Alex Gavan, que se encuentra en el campamento base.

En India el balance de muertos a causa del seísmo es de 62, mientras que otras 20 personas han fallecido en la región china de Tíbet. Ambos países han anunciado el envío de personal y ayuda humanitaria para intentar aliviar la situación, en medio de los esfuerzos de los equipos de rescate por localizar a más supervivientes.

El terremoto del sábado, que arrasó el densamente poblado valle de Katmandú y que provocó una avalancha mortal en el Everest, ha sido el de mayor magnitud en casi 80 años en Nepal, desde que en 1934 un seísmo causó unos 8.500 muertos. También es el peor que ha vivido la región en una década desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con un balance de más de 84.000 muertos. (www.elpaís.com)