Internacional
Primer encuentro de Kim con otro jefe de Estado
Líder de Corea del Norte se reunió con presidente de China


Miércoles, 28 Marzo, 2018 - 16:32

Oficialmente confirmado. El líder norcoreano, Kim Jong-un, estuvo el lunes y el martes en Pekín para una visita sorpresa en la que se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, antes de las cumbres que tiene previstas en las próximas semanas, la intercoreana y con Donald Trump. Una visita que se suma a la frenética actividad diplomática en torno a esos encuentros que se prometen históricos y que sella la vuelta a la normalidad de las frías relaciones entre Pekín y Pyongyang

La prensa oficial china publica hoy las fotos del encuentro con Xi: un apretón de manos entre dos de los hombres que mantienen un control más absoluto del poder en sus respectivos países, los dos mirando serios a la cámara; una mesa en torno a la cual se sientan las dos delegaciones. Más tarde, ambos participarían en un banquete ofrecido en honor de Kim.

Esta visita es la primera de Kim al exterior desde que fue nombrado al frente de su país hace seis años. También representa la primera ocasión en que se reúne con un jefe de Estado extranjero.

“No cabe duda de que mi primera visita fuera tenía que ser a la capital china”, declaró el líder norcoreano, citado por la agencia de noticias KCNA. “Es mi solemne deber, como alguien que debe valorar los lazos a lo largo de generaciones”.

China es el principal aliado político y gran socio económico de Corea del Norte, desde los tiempos en que envió tropas para apoyar a Pyongyang en la guerra de Corea (1950-1953). Pero durante el mandato de Kim Jong-un las relaciones se han mantenido distantes en el mejor de los casos: el líder norcoreano contemplaba con resentimiento lo que percibía como una actitud dominante china. Y Pekín veía con irritación el progreso del programa nuclear norcoreano, que ponía en peligro la estabilidad de la región. A lo largo del último año ha aplicado con mucha mayor rigidez las sanciones internacionales contra su país vecino.

El viaje contribuye a normalizar las relaciones entre los dos teóricos aliados. Xi Jinping, según KCNA, ha aceptado una invitación de Kim y viajará a Pyongyang, en fecha aún no determinada, para devolver la visita. Todo un bombazo: hay que retroceder a 2005 para encontrar la última visita de un jefe de Estado chino, Hu Jintao, a Corea del Norte. El líder norcoreano, indica la agencia estatal, se ha comprometido a “fortalecer y elevar” los lazos bilaterales.

Los dos países ganan: una relación más fluida con un Xi recientemente reforzado es esencial para el futuro económico de una Corea del Norte duramente castigada por las sanciones internacionales a su programa nuclear. Y el golpe de efecto de ser el primer líder que se reúna con Kim realza la proyección diplomática del presidente chino y de Pekín.

La visita coloca de nuevo a China en el centro de la intensa ofensiva diplomática en torno al programa nuclear norcoreano. Pekín parecía haber quedado en un segundo plano en los últimos meses, después del acercamiento entre Seúl y Pyongyang facilitado por los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur. Un acercamiento que ha arrojado el anuncio de las cumbres entre las dos Coreas a finales de abril y, en principio para mayo, la anticipadísima reunión entre Kim y el presidente estadounidense Donald Trump.

El viaje se gestó en el mayor de los secretos. Según KCNA comenzó el domingo y concluyó el miércoles (después de que la comitiva de Kim hubiera entrado de nuevo en territorio norcoreano). Un tren blindado, en colores verde y amarillo, cruzaba la frontera y llegaba a Pekín recibido con honores y rodeado de misterio. Sus ocupantes se alojaban en Diaoyutai, la residencia para huéspedes oficiales del Gobierno chino, y se desplazaban en una larguísima caravana de vehículos, incluida una ambulancia.

Mientras se intensificaban los rumores, Pekín mantenía un mutismo estricto. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, insistía en que desconocía a qué podía deberse la fuerte presencia policial en torno a Diaoyutai o la identidad de los huéspedes. “Se sabrá a su debido momento”, replicaba, mientras la comitiva encabezada por Kim y su esposa, Ri Sol-ju, se preparaba ya para emprender viaje de regreso.

El encuentro en Pekín forma parte de una intensa actividad diplomática previa a las cumbres. Las dos Coreas tienen prevista para este jueves una reunión de alto nivel para preparar el encuentro entre sus respectivos líderes en Panmunjom, en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa ambos países, a finales de abril. Seúl ha indicado que, también este jueves, China le detallará de los resultados de la reunión entre Xi y Kim. La Casa Blanca ha confirmado que Pekín le informó del encuentro.

La rápida evolución de los acontecimientos, desde que a finales del año pasado los tambores de guerra sonaran con fuerza a raíz de las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte, no se ha limitado a las conversaciones diplomáticas. Estados Unidos y Corea del Sur acaban de dejar atrás uno de los escollos que han dificultado sus relaciones en este último año. Han acordado un nuevo tratado de libre comercio después de que Trump se quejara de que el vigente hasta ahora beneficiaba desproporcionadamente a Seúl.

La visita de Kim a Pekín, asegura el profesor Lu Chao, de la Academia de Ciencias Sociales en Liaoning (noreste de China), es “tremendamente importante. Por un lado, permite normalizar las relaciones entre los dos países, tensas porque China estaba vigilando fuertemente el cumplimiento de las sanciones internacionales. Y los dos países habrán podido intercambiar puntos de vista sobre las próximas cumbres. Kim, con seguridad, ha contado a Xi cuáles son sus puntos de vista en relación con esas reuniones”.

Fuente: El País