Internacional
El servicio concluirá el 1 de agosto
Latam suspende los vuelos a Venezuela por crisis del país
Un avión de Latam aterriza en Brasilia. FOTO: AFP


Lunes, 30 Mayo, 2016 - 15:57

La compañía aérea más importante de América Latina, Latam, suspende sus vuelos a Venezuela, según ha informado este lunes en un comunicado la empresa, por la crisis que sufre el país.

La suspensión de los vuelos con destino a Caracas se realizará de manera gradual y concluirá el 1 de agosto, señaló Latam en un comunicado, en el que atribuye la decisión al "complejo escenario macroeconómico actual que atraviesa la región".

Latam, surgida hace cuatro años de la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM, ha explicado que la decisión se debe a la "compleja situación macroeconómica" que sufre Venezuela. "Los pasajeros que tienen reservas en las rutas que serán suspendidas podrán modificar su viaje o solicitar la devolución del pasaje sin multas adicionales", explica la compañía.

La filial brasileña de Latam canceló desde el 28 de mayo sus vuelos entre Caracas y el aeropuerto internacional de Sao Paulo.

A fines de julio Latam Perú hará lo mismo con el trayecto Lima-Caracas y también se suspenderá temporalmente los vuelos que cubren el recorrido entre Santiago de Chile y Caracas, con escala en Guayaquil, según ha indica la aerolínea.

El anuncio se suma a la decisión de la alemana Lufhtansa que a partir del 17 de junio cancelará los tres vuelos semanales que hasta ahora hacen la ruta Fráncfort-Caracas.

La compañía explicó que los problemas con el cambio de la moneda y la crisis que vive Venezuela son los motivos que han impulsado la suspensión.

En el caso de Lufhtansa se trata de una decisión temporal, pero la compañía no ha especificado cuánto tiempo estará vigente.

Además de Lufthansa, empresas como Air Canada, Alitalia y Tiara Air (Aruba) han cancelado sus operaciones a Venezuela por la deuda que mantiene el Gobierno de Nicolás Maduro con todas las líneas de bandera extranjera, a las que impide repatriar sus ganancias.

Fuente: El País.