Política
Esta madrugada en La Paz
Falleció el periodista y exministro Andrés Soliz Rada
Andrés Soliz Rada, experiodista y ministro de Estado. Foto / Telam

Viernes, 2 Septiembre, 2016 - 09:25

A los 77 años de edad, falleció la madrugada de este viernes, el  periodista, abogado y exministro de Hidrocarburos del actual gobierno, Andrés Soliz Rada, aquejado de una larga enfermedad, a la que no pudo vencer en el Hospital Obrero de La Paz, informaron a Erbol fuentes del centro de salud.

Soliz Rada fue un periodista y corresponsal de varias agencias internacionales de información, columnista y locutor en radio, prensa y televisión. Perteneció también a los equipos de redacción de los diarios La Opinión de Buenos Aires y Le Monde de París y de la revista Tiempo de México.

Durante la última etapa luchó contra la septicemia, una infección grave y generalizada de todo el organismo debida a la existencia de un foco infeccioso en el interior del cuerpo del cual pasan gérmenes patógenos a la sangre.

Fue conocido por su férrea defensa de los recursos naturales y fue el primer ministro de Hidrocarburos del presidente Evo Morales en 2006, y en esa condición condujo las políticas de nacionalización de los hidrocarburos.

Andrés Soliz Rada antes tuvo un paso en su calidad de diputado por Condepa (1989-1993) y senador de la república (1993-1997), donde enarboló la defensa de los recursos naturales y le sirvió una plataforma para profundizar su investigación hacia las actividades extractivas. Fue un ideólogo político del partido del extinto Carlos Palenque fue sacudió los cimientos de la política boliviana.

También fue dirigente de la Federación  de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, docente universitario y un político echado a la sencillez, incluso cuando ocupó el cargo de ministro de Estado, que desempeñó alejado de los lujos, comodidades y seguridad que le ofreció el Estado.

En uno de sus últimos libros, “Controversias de la Izquierda Nacional”, explicó cuáles fueron las razones para abandonar al gabinete de Evo Morales 7 meses y 23 días después de haber jurado al cargo. 

“Mi relación con el gobierno se agravó debido a que, en aplicación del decreto de nacionalización, dispuse que YPFB controlara la producción de las refinerías de Cochabamba y Santa Cruz, que estaban en poder de Petrobras. La decisión originó la protesta del gobierno brasileño, a través del asesor político de Lula, Marco Aurelio García, lo que motivó que el vicepresidente Álvaro García Linera anunciara a los medios de comunicación el congelamiento de la medida. El anuncio de García Linera fue formulado sin avisar a mi persona, lo que motivó mi renuncia el 15 de septiembre de 2006”, escribió.

Su hermano Eduardo Paz Rada, recordó en un artículo de prensa, el discurso de Soliz Rada por más de treinta años sobre la necesidad de recuperar los recursos naturales y las empresas estatales entregadas a las transnacionales imperialistas y de industrializar las materias primas, en especial el gas, el petróleo y los minerales, como componentes fundamentales de la unidad nacional, del fortalecimiento del Estado Nacional y de la integración latinoamericana.

Afirma que ese discurso  tuvo su momento de realización histórica en el levantamiento popular de octubre de 2003 que dio fin al sistema de partidos que impusieron el neoliberalismo en Bolivia y reabrió el horizonte nacional-popular.

Sostiene que además de los miles de artículos de prensa, folletos y ensayos publicados en revistas, periódicos, agencias internacionales y páginas de internet, se encuentran sus discursos en seminarios, parlamentos, foros y debates y sus escritos en tesis sindicales y políticas.

Igualmente sus ideas centrales se encuentran en sus libros: “La ideología de la izquierda en Bolivia (2016), “La luz en el túnel” (2013), “El imperio en Bolivia” (2000), “La Fortuna del Presidente” (1996), “La conciencia enclaustrada” (1994), “El libro del Modelo Endógeno” (1993-Coordinador), “El gas en el destino nacional” (1984), “Gas. Liberación o Dependencia” (1983) y “La caracterización de Bolivia y la contradicción fundamental” (1978).

En los años noventa sus denuncias contra el gonismo, ese modo neoliberal de sometimiento de Bolivia a la oligarquía local y al imperialismo, a través de “La Fortuna del Presidente” ha marcado la historia política e intelectual del país porque su impacto alcanzó a socavar la hegemonía conservadora y a impulsar los cambios y transformaciones sucedidos durante los últimos diez años, dice Eduardo Paz.

Pocos libros tienen esa particularidad de generar y producir efectos profundos en la conciencia nacional, impulsar el movimiento y la rebelión de los sectores nacionales y populares e inspirar decisiones gubernamentales de soberanía, recuperación de recursos naturales y fortalecimiento de la dignidad de un pueblo.

A casi veinte años de haber aparecido la primera edición de “La Fortuna del Presidente” de Andrés Soliz, a trece años de la derrota del neoliberalismo en Bolivia,  corresponde realizar el análisis del momento histórico, la caracterización del gonismo y sus redes de poder en el contexto nacional e internacional, las tesis centrales del libro y su proyección, los aportes a la comprensión del país, además de una reflexión sobre los alcances e impactos que han tenido ideas, libros y personalidades en distintos momentos del proceso histórico boliviano.

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