Política
Sugiere ambientalismo socialista
García Linera denuncia al ambientalismo colonial elitista
Álvaro García Linera en los actos por el 6 de agosto. Foto: Vicepresidencia.


Domingo, 6 Agosto, 2017 - 13:56

El vicepresidente Álvaro García Linera dedicó su discurso por el 6 de agosto a denunciar a un “medioambientalismo colonial elitista”, que es financiado desde el “norte” y que promueve en el “sur” una “idea oligárquica” que es ciega ante las necesidades humanas.

Explicó que el problema del cambio climático es culpa de los países con capitalismo desarrollado del “norte”, pero los mayores daños por los desastres naturales son sufridos en el “sur”.

Señaló que los efectos del cambio climático se han “democratizado” geográficamente, pero los daños se concentran en países menos desarrollados y poblaciones más pobres, mientras que en los países con capitalismo desarrollado la gente tiene mejores condiciones para soportar los desastres.

Puso como ejemplo que ante la sequía en California los habitantes pudieron pagar el doble por el agua, pero en la Amazonía se paralizó la economía recolectora de sus pobladores.   
 
En ese marco, afirmó que desde el “norte” se impulsa un discurso ambientalista que encubre esas diferenciaciones, pasan por alto el componente social del problema y sólo buscan un “santuarios puros” para vacacionar sin soportar las demandas sociales de los pobres.

García Linera denunció que en el “sur”, las empresas del norte financian ese medioambientalismo colonial elitista, que a su criterio tiene tres componentes:

Señaló que, en primer lugar, ese ambientalismo elitista fomenta la “autoculpabilidad ambiental de los países pobres”, que homogeniza la responsabilidad por el cambio climático en la misma magnitud entre pobres y ricos, pero además considera igual de dañino que se tale un árbol para sembrar alimentos a que se construya una planta millonaria para producir autos.
  
En segundo lugar, el vicepresidente sostuvo que el ambientalismo elitista apoya la “financialización de la degradación ambiental”. Explicó que con el cambio climático y sus efectos, en el “norte” han surgido negocios de seguros y reaseguros lucrativos que protege a multinacionales de las catástrofes naturales.

En esa línea, indicó también que esa “financialización” se expresa en la práctica en la que incurren grandes empresas de financiar a organizaciones no gubernamentales y fundaciones del “sur” para que protejan la naturaleza. Aseveró que estas empresas buscan, con esta práctica, conseguir certificados de emisión de gases contaminantes reducida, y así mantener sus ganancias sin la necesidad de cambiar su matriz energética.

El tercer componente que señaló García sobre el ambientalismo elitista es el divorcio entre la naturaleza y la sociedad. Sostuvo que el ambientalista colonizado del sur idealiza a los indígenas habitantes de las reservas naturales y rechaza a los indígenas, como aymaras y chimanes, que ingresan al mercado para vender sus productos o exigen desarrollo. 
  
Señaló que para esos ambientalistas colonizados, el indígena debería vivir sin servicios ni transporte, como hace 500 años, para servir como postal para el turista extranjero.

Ambientalismo socialista como alternativa

Ante este panorama, García Linera sugirió pensar en un ambientalismo socialista, que al tiempo de proteger a la naturaleza incorpora la idea de que las necesidades sociales deben ser satisfechas a través de la transformación de la misma.
   
Indicó que ese ambientalismo socialista debe denunciar la “división del trabajo” en que los países del “norte” destruyen su naturaleza y tienen sus necesidades humanas satisfechas, y obligan a los países del sur a ser cuidadores “petrificados” de la naturaleza.   

Dijo el “sur” aplicará políticas de protección ambiental cuando el “norte” deje de envenenar al aire y reduzca su consumo de combustible fósil. Entretanto, tenemos el derecho histórico de buscar la mejor forma de satisfacer las necesidades humanas.