Romero minimiza marchas contra la repostulación de Evo

El ministro de Gobierno Carlos Romero minimizó este miércoles las marchas registradas ayer con motivo de los 35 años de la democracia, donde la gente rechazó la repostulación de Evo Morales para 2019, como una forma de defender la democracia y el principio de alternancia.

Romero convocó a una conferencia de prensa para hacer una evaluación de las marchas, horas después de cumplirse la jornada de revalorización de la democracia, y aseguró que de acuerdo a las estimaciones del gobierno, en todo el país, los marchistas no pasaron las 10.000 personas.

Dijo que estas movilizaciones fueron encabezadas por viejos políticos como el expresidente Carlos Mesa, Samuel Doria Medina y otros, que no entienden que la actual democracia, es una democracia popular construida a la boliviana y lamentó que los neoliberales no entiendan lo que está pasando en Bolivia.

Calificó de un fracaso la movilización de ayer y cree que a los partidos de derecha, les va mejor difamando a través de las redes sociales, porque cuando convocan a concentraciones, visibilizan sus contradicciones y la falta de una capacidad movilizadora.

"La movilización fue raquítica. Nos llama la atención alguna línea discursiva que está fuera de tono como decir que la democracia está amenazada o restringida", dijo acusar a los políticos neoliberales de continuar "perdidos y divorciados de la realidad".

Recordó que estos políticos convocaron a marchas para decir que están enfrentando a un gobierno totalitario que ha cancelado los alcances del régimen democrático.

La autoridad hizo un repaso a cada ciudad capital, asegurando que la más concurrida fue de la ciudad de La Paz, donde la mayoría eran de funcionarios municipales de La Paz y El Alto.

Aseguró que la movilización fue un fracaso y estuvo lejos de alcanzar lo anunciado. Estimó que tal vez hacia delante las nuevas generaciones podrían convocar de otra manera.

Romero indicó que algunos políticos utilizan a los comités cívicos y otros políticos neoliberales, se disfrazan de dirigentes cívicos, desnaturalizando sus funciones.