Política
Advierten daños económicos y sociales
Organizaciones analizan daños de represas de la Amazonía
El encuentro inició el viernes 12 y se prolongará hasta el domingo 14. Foto: Cortesía


Sábado, 13 Julio, 2019 - 13:54

Más de un centenar de representantes de pueblos originarios y nativos, comunidades locales, ribereñas y campesinas de la cuenca Amazónica analizan desde el viernes la situación de sus comunidades. Los participantes debaten y realizan intercambio de experiencias sobre su lucha y resistencia frente a los proyectos hidroeléctricos en la Amazonía.

El encuentro, que se desarrolla en el Palacio de la Cultura de Guayaramerín, Beni, busca estrechar lazos de resistencia para conservar la vida en la Amazonía, compartir experiencia de organización y resistencia, además de conocer y difundir estudios técnicos de las diferentes represas en estos países. Participan también representantes de diferentes Universidades de Brasil, Colombia y de Bolivia la Universidad Mayor de San Andrés, asimismo de representantes de la iglesia y otras organizaciones internacionales que trabajan en defensa de la vida en la Amazonía.

En su intervención, el monseñor Eugenio Cote del Vicariato Apostólico de Pando, representante de REPAM Bolivia, advirtió que el problema de fondo es la generación de pobreza con la presencia de estas obras. "La construcción de represas en la Amazonía, ha generado desplazamiento forzado de las comunidades y pueblos ribereños o que habitan esta región", sostuvo.

El representante de la Iglesia señaló que la deforestación de grandes extensiones de hectáreas causadas por las represas, centrales eléctricas, líneas de transmisión y carreteras ha generado migración forzada y conformación de nuevos cordones de pobreza en las ciudades de estos países.

Por otro lado, el representante del Foro Social Panamazónico (FOSPA), Germán Niño, dijo que la “realización de estas obras al no pasar por un proceso de consulta amplia informada participativa se ven abocados (los pobladores) a asumir desafíos y destinos que no han sido de su elección”. Manifestó que “si bien las represas históricamente han sido una forma de proveer energía ya las exigencias de estos tiempos de cambio climático nos exigen pensar en formas diferentes de proveer energía”.

Comentó que en Colombia se tiene el caso de la represa de Hidroituango, ubicada sobre la cuenca del Rio Cauca, que por ser una decisión determinada por los dueños del capital, desestimaron todos los estudios ambientales y no tuvieron las previsiones necesarias de todo tipo ambiental, cultural y el resultado ha sido una verdadera tragedia ambiental y social.

Se debe destacar que en la primera jornada los pobladores de las comunidades ribereñas identificaron como las mayores afectaciones producto de la construcción de megarepresas: las inundaciones causadas por la deforestación, la modificación de régimen alimenticio a causa de la pérdida de peces y otros alimentos que sirven para el sustento de los pueblos y comunidades de la cuenca amazónica, el cambio forzado del sistema económico tradicional de las poblaciones que habitan en áreas donde se han construido represas o centrales hidroeléctricas.

Por su parte, el representante de la Universidad Federal de Rondonia, Artur de Souza Moret, afirmó que en Brasil se vio la eliminación de muchas comunidades, del trabajo de esas comunidades, de su cultura. Dijo que "por ejemplo las personas que vivían de la pesca ya ahora no es posible, las personas que trabajaban en los bosques, tampoco ahora es posible”. Señaló que “ahora estas personas viven en extremas condiciones de pobreza en la Fabelas, en los lugares vulnerables de Porto Vello. En Brasil tenemos más de un millón de afectados y afectadas por las hidroeléctricas que hoy viven en malas condiciones, eso pasará en Bolivia, si se construye megarepresas”, advirtió.