Política
El MAS lo niega
Oposición afirma que YPFB andará sobre 2 leyes laborales
Edficio centralde YPFB en La Paz. Foto tomada de internet/La Razón

Lunes, 14 Agosto, 2017 - 15:52

Asambleístas opositores advirtieron que tras la reforma la Ley de Hidrocarburos 3058, convirtiendo al ministro de Hidrocarburos en presidente del directorio de YPFB, la empresa estatal vivirá en medio de dos leyes laborales: La Ley General del Trabajo y el Estatuto del Funcionario Público, en una situación que podría afectar a la estabilidad laboral interna. El diputado cruceño Henry Cabrera (MAS) negó ese extremo, afirmando que no habrá un cambio en la situación legal de los trabajadores.

Los opositores señalan que YPFB tendrá dos presidentes. El ministro de Hidrocarburos regido por la Ley del Estatuto del Funcionario Público, pero que conducirá los destinos de una empresa autárquica en calidad de presidente de directorio; y otro presidente ejecutivo administrativo con sus dependientes que sujetos a la Ley General del Trabajo.  

Para el analista económico Julio Alvarado, este cambio convertirá a YPFB en una dependencia del Ministerio, que implicará un cambio de situación jurídica de YPFB, bajo riesgo de cambiar la situación legal de los trabajadores para migrar al Estatuto del Funcionario Público.

“No puede ser que el ministro esté bajo el régimen del Estatuto del Funcionario Público y sus dependientes bajo la Ley General del Trabajo. Deberían ser liquidados y contratarlos nuevamente de acuerdo a niveles salariales de acuerdo a la administración pública”, declaró al advertir que con este paso administrativo, "YPFB está condenado a ser una empresa ineficiente y un botín político”.

Erbol se contactó con la Federación de Trabajadores Petroleros de Boliviana donde pidieron opinar bajo reserva y señalaron que hay preocupación en todos los sindicatos del país, porque no existe un mensaje claro sobre el futuro de los actuales trabajadores.

CABRERA ASEGURA ESTABILIDAD LABORAL

Sin embargo el diputado Cabrera aseguró la incorporación del ministro no afectará la estabilidad laboral y tampoco significa anular la condición de autárquica, estipulada en la Constitución Política del Estado.

Dijo que a partir de la vigencia de la reforma del parágrafo III del artículo 22 de la Ley 3058, se asigna al ministro del área la responsabilidad de fiscalizar los actos administrativos del presidente ejecutivo de YPFB, que continuará en esa calidad, pero con mayor fiscalización incluso de parte de los miembros del directorio.

Señaló que la gestión de Guillermo Achá “tenía mucho poder para realizar todo y nadie lo fiscalizaba. Ahora el presidente de YPFB ya no es un todo poderoso y lo que se quiere es fiscalizar las acciones del presidente ejecutivo, sus gerentes y todos los funcionarios”, acotó.

Cabrera refutó las advertencias del senador opositor Oscar Ortiz, quien afirmó que tras la pérdida de la autarquía, viola la Constitución Política del Estado y se deja abierta la posibilidad que YPFB se “convierta en botín político”.

El diputado rechazó esa afirmación porque no se está cambiando nada de la Constitución ni de las Ley de Empresas Públicas, y tampoco existe riesgo de inestabilidad laboral y que los servidores continuarán bajo la Ley General del Trabajo.

“Eso no se modifica”, puntualizó a tiempo de señalar que esperan un Reglamento interno que dé mayor fuerza al proceso de fiscalización en la ejecución de los proyectos de exploración, explotación, industrialización y apertura de los mercados.

Sin embargo el senador Ortiz cree que el núcleo del problema  es la pérdida de la condición de autarquía que quita toda esperanza que la estatal petrolera sea institucionalizada como una empresa técnica, eficiente y sin manipulación política.

El senador opositor Pablo Klinsky dijo que el gobierno está haciendo justamente lo contrario de lo que habría que hacer: terminar con la injerencia partidista en YPFB para crear una empresa corporativa, tecnificada y con los mejores profesionales del país y acabando con los interinatos en la petrolera estatal.

Sostuvo que de una vez debería ser designado el presidente de YPFB  porque “lo poco de institucionalidad laboral que podía quedar en YPFB, puede arriesgarse con esta modificación, lo que sería funcional a la intención de usar a la empresa como botín político, incrementando la presencia de militantes oficialistas y afectando a técnicos y profesionales”.

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