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La Asamblea Legislativa sancionó la mañana de este viernes en tiempo récord la nueva Ley General de la Hoja de Coca que pone a Bolivia, como un país productor legal de 22.000 hectáreas de coca en los departamentos de La Paz y Cochabamba.
La Cámara de Senadores aprobó la mañana de este viernes los 35 artículos y 6 disposiciones transitorias y fue remitida al Órgano Ejecutivo para su respectiva promulgación constitucional.
La nueva ley asigna 14.300 hectáreas al departamento de La Paz, donde se cultivará coca en las provincias Nor, Sud Yungas, parte de Caranavi, Inquisivi y Larecaja, mientras que en Cochabamba deben distribuirse 7.700 hectáreas entre las provincias del Trópico.
El presidente del Senado, José Alberto Gonzales, sostuvo que la ley tiene una larga data porque desde el año pasado que venía socializándose con los productores de coca e intercambio de criterios con diferentes sectores.
Gonzales cree que el sector cocaleros salió fortalecido después del impasse por desorientación y desinformación, pero lo importante era liberar a la coca del estigma que tenía de hace varios años y se “blindó una parte fundamental de la cultura de los bolivianos”.
En torno a la cantidad de cultivos autorizados, indicó que ello tiene que ver con los proyectos de industrialización, comercialización y exportación de productos derivados de la hoja de coca.
Recordó que en Argentina está prohibida el transporte y comercialización, pero no el consumo, por lo que incluso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sugirió hacer un estudio de mercado para cubrir la demanda en el norte de ese país.
OPOSICION: EVO PAGO UNA FACTURA
El senador opositor, Yerko Núñez, sostuvo que el hecho de incrementar los cultivos de un rato para el otro, modificando el proyecto original, demuestra que hubo una total improvisación porque no existe un estudio de mercado ni de consumo.
En su criterio, el oficialismo aprobó una ley que no fue consensuada con el pueblo boliviano, sino con los cocaleros del Chapare, pagando una factura política a los productores del Trópico, sabiendo que la producción va al narcotráfico.
El jefe de bancada de Unidad Demócrata, Wilson Santamaría, criticó la decisión de incrementar de la noche a la mañana de 20 a 22 hectáreas, lo cual demuestra que no hay un estudio técnico serio sobre el consumo y uso tradicional.
Dijo que ante la falta de argumentos, el oficialismo terminó admitiendo que la aprobación fue una decisión política para “pagar una factura y contentar a sus aliados, porque cerca de los feriados del Carnaval se acordaron de aprobar la ley”.
Lamentó que el país siga inundándose de coca, entiendo que es la base para la producción de cocaína, porque no solo es un país de tránsito, sino de fabricación porque el 90% de la coca del Chapare fomenta el narcotráfico y el gobierno no tomó en serio este problema.
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