Política
Me duele que me diga doblemente peligroso, dice
Cusi: Evo Morales y Álvaro García toleran infamia del Ministro de Salud
Ministro Juan Carlos Calvimontes.


Viernes, 26 Diciembre, 2014 - 21:24

Gualberto Cusi expresó la tarde de este viernes su dolor ante las nuevas declaraciones del ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, quien ahora dijo que el suspendido magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) es “doblemente peligroso” por padecer la enfermedad que la misma autoridad reveló de manera pública.

“¿A qué se refiere Calvimontes cuando me califica de doblemente peligroso? Me duele, que la  autoridad del Estado Plurinacional, que el médico y Señor Ministro de Salud desconozca las vías de contagio. Me apena que haya optado por el linchamiento público, en lugar de velar por la información, educación y prevención, como auténtico principio de las políticas de salud”, expresó Cusi, mediante un comunicado de prensa.

Considera que el Ministro de Salud  persiste en su campaña “indignante, inhumana, violatoria” de los principios de ética y derechos humanos, más aún cuando dicha autoridad gubernamental es médico de profesión.

“Lo que hace Calvimontes me lleva a la conclusión que vivimos bajo un Estado de Terror, como en las oscuras épocas medievales, como lo manifestó el Defensor del Pueblo. Y los bolivianos coincidirán conmigo en que el Señor Presidente y el Señor Vicepresidente toleran la calumnia, la infamia y la eliminación mediática de un enfermo por medio de uno de sus colaboradores con rango de Ministro. ¿Hasta cuándo será Ministro? ¿Será premiado con una ratificación?”, cuestionó Cusi.

Asimismo afirmó que el Ministro de Salud pretende con su persistente actitud de desprestigio, que todas las familias y los enfermos de VIH-SIDA sean estigmatizados y aislados para que sean despreciados, odiados y discriminados.

 

COMUNICADO DE GUALBERTO CUSI

 

"ANTE LA REITERADA OFENSA RACIAL DEL "SEÑOR MINISTRO" DE SALUD DECLARACIÓN DE PRENSA 

Las declaraciones de prensa del Ministro de Salud nos recuerdan una época que considerábamos desterrada y olvidada en nuestro país y en la humanidad. Hace muchos años, todos los enfermos eran despreciados, odiados y maltratados: “Quienes padecían lepra tenían que colgarse una campana, eran considerados verdaderos muertos en vida, las mujeres y los niños gritaban y la gente salía corriendo. Llevaban piedras en el bolsillo por si un leproso se les acercaba, para ahuyentarlos. Sus vidas estaban destruidas, no tenían esperanza.” 

Hoy, como lo hizo el lunes 22, el Ministro de Salud destruye la lucha por la dignidad, el honor y a la vida de quienes viven con VIH-SIDA. Estas personas son fuertemente discriminadas y excluidos por el miedo al contagio y porque cada día cargan con prejuicios que los marginan y les impiden desempeñarse plenamente en su trabajo, tener acceso a los servicios de salud y vincularse libremente con amigos y familiares y con el público en general. 

Aunque el presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera han considerado que la revelación de Juan Carlos Calvimontes constituye un “exceso”, el ministro de Salud  persiste en su campaña indignante, inhumana, violatoria de los principios de ética y derechos humanos. 

¿A qué se refiere Calvimontes cuando me califica de doblemente peligroso? Me duele, que la  autoridad del Estado Plurinacional, que el médico y Señor Ministro de Salud desconozca las vías de contagio. Me apena que haya optado por el linchamiento público, en lugar de velar por la información, educación y prevención, como auténtico principio de las políticas de salud. 

El Ministro de Salud pretende que las familias y los enfermos de VIH-SIDA sean estigmatizados y aislados, para que nadie los salude, que se les coloque una campana, para que sea despreciado, odiado y discriminado por la población; el hecho constituye una muerte civil. Esa es la intención que tiene conmigo y ése es un precedente sin antecedentes en el mundo actual. Él, como autoridad que accede a informaciones incluso confidenciales, ¿puede establecer la vía de contagio? 

Lo que hace Calvimontes me lleva a la conclusión que “vivimos bajo un Estado de Terror, como en las oscuras épocas medievales, como lo manifestó el Defensor del Pueblo. Y los bolivianos coincidirán conmigo en que el Señor Presidente y el Señor Vicepresidente toleran la calumnia, la infamia y la eliminación mediática de un enfermo por medio de uno de sus colaboradores con rango de Ministro. ¿Hasta cuándo será Ministro? ¿Será premiado con una ratificación? 

La discriminación, racial e ideológica, explícita, pública y reiteradamente ejercida por un Ministro de Estado demuestra la bajeza moral e ignorancia en el manejo de asuntos de Estado y de este gobierno, que contradicen con su alto cargo y con su obligación de cumplir con la ética y la Ley. Peor aún, la tolerancia y complicidad que manifiestan, el Señor Presidente y el Señor Vicepresidente, deben llamarnos la atención. 

El Gobierno del MAS a la cabeza del Señor Evo Morales busca que nadie se acerque a Cusi, que nadie lo defienda, que me quede solo. Han optado por colocar una campana a todo quienes son “enfermos” por sus ideas, por su rebeldía, por exigir la independencia de la justicia y el respeto a las leyes. ¿Es eso lo que pretenden? En mi caso, el Señor Ministro Calvimontes y el gobierno de Evo Morales y Alvaro García Linera no lo va a lograr. No habrá campana ni poder que me detenga. La enfermedad que vivo no me hace menos ser humano, no me quita la dignidad, ni me quita ninguno de mis derechos. 

En todo caso, les exhorto que en esta época recuperen la enseñanza del Evangelio: “Se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.” Así actúa un verdadero líder: buscar y solucionar los problemas, sin afectar la dignidad del enfermo, sin valerse de su debilidad, para atacarlo, para denigrarlo y descalificarlo. 

Nuevamente, agradezco al país por su solidaridad, que mi actitud sea la semilla que inicie el camino de la justicia y del cambio, que el nuevo año devuelva a nuestro país la dignidad y el valor que son parte de nuestra lucha".