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Leonardo Gutiérrez Pedrazas, se graduó con honores a sus 19 años de edad de la Universidad del Valle de la ciudad de Sucre, Capital del Estado Plurinacional de Bolivia, hecho que le convierte, para orgullo de sus padres, en el ingeniero de sistemas informáticos más joven en la historia de UNIVALLE a nivel nacional.
Su talento demostrado a lo largo de su carrera universitaria que inició a sus 15 años, le hizo merecedor a una serie de propuestas de becas, entre ellas de la Universidad Nacional de México y de una de las más prestigiosas empresas de sistemas del mundo, cuya sede principal se encuentra en Estados Unidos.
Leo, conocido así por sus amigos y su familia, asegura que no dejará pasar esta oportunidad a pesar de no haber concluido ingeniería civil en la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca, carrera que estudia en forma paralela a la de ingeniería de sistemas.
“Haré una pausa en mis estudios de ingeniería civil. Quiero ampliar mis conocimientos y aprender más de sistemas informáticos”, dijo el joven mientras sostenía entre sus manos su título profesional entregado por Univalle, universidad que le otorgó una media beca al iniciar su carrera profesional. Ahora lo considera “el mejor de los mejores”.
A Leo, quien sueña con “conquistar el mundo”, tiene gran capacidad de atención y concentración, es observador, enérgico, crítico consigo mismo y con los demás. Le gusta la lectura, la música clásica, el rock, pop, el arte y el teatro.
Hoja de vida
Es el tercero de cuatro hermanos, nació en Sucre, Bolivia, el 29 de enero de 1996. Es hijo de Gladys Pedrazas y Roberto Gutiérrez Tapia.
Tiene una mente privilegiada, su coeficiente intelectual es de 143 en la escala de Wechsler. En los adultos, por lo general, el promedio no pasa de 99,8.
En el transcurso de una gestión realizó los niveles de kinder, primero, segundo y tercero básico. Podían inscribirlo directamente a quinto, pero sus padres se opusieron porque la diferencia de edad con sus compañeros era abismal.
A sus tres años de edad aprendió a escribir y leer prácticamente solo, realizaba operaciones matemáticas de suma y resta, por lo que la prensa lo calificó como el “Niño Genio de Bolivia”.
Su madre contó que lo único que le costó un poco fue empezar a escribir, porque es zurdo. Estudió en el Kinder San Lázaro, la Escuela “Adolfo Siles” y en el Colegio Boliviano-Alemán, establecimientos donde se destacó como el mejor alumno.
Los informes psicológicos de la época señalan que se aburría en clases porque sus capacidades superaban los programas de estudios convencionales.
Leonardo a su corta edad participó en el VII, VIII y IX Festival Internacional de la Cultura realizado en Sucre entre octubre de 2000 a septiembre de 2002.
En diciembre de 2003 fue invitado a la V Asamblea General de la Confederación Parlamentaria de las Américas realizada en Caracas, Venezuela, en su condición de declamador. Ese mismo año fue reconocido como “Embajador de la Cultura”.
En 2003 fue declarado como “Ciudadano Predilecto de la Ciudad de Sucre” por la Alcaldía Municipal de dicha capital. Hasta el 2010, año en que concluyó sus estudios a nivel secundario, recibió una serie de diplomas de honor por su brillante participación en eventos culturales y olimpiadas de matemáticas.
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