Regional
Aperitivo para calmar el hambre
Tostados por la tierra, fuego y manos de mujeres indígenas
Tostados por manos indígenas de Llallagua y Caripuyo. Foto/PIO XII

Miércoles, 28 Septiembre, 2016 - 11:18

Juan Carlos Enríquez

Siglo XX, Potosí,

27 de septiembre 2016

Maíz y arveja que brotan de la tierra en Caripuyo y en Llallagua, se transforman en tostado, sometidas al fuego por las manos de decenas de comunarios de los ayllus. El plan de desarrollo indígena de los sikoyas asegura que ellos son campeones en la producción de arveja.

Unas 10 comunarias, todas mujeres llegan los sábados y domingos desde las comunidades de Llallagua y Caripuyo, se instalan en veredas de la plaza de armas de esta ciudad, traen un bañador, unas 40 libras, repleto de tostado de maíz, arveja, triguillo.

Teodora Arena por ejemplo, siembra, cosecha y convierte sus productos en tostado. Nos explica que acaba todo lo que trae cada fin de semana. Cobra dos bolivianos por cada embolsado, cancela un boliviano de sentaje o impuesto a la alcaldía en sábado y 1 boliviano con 50 centavos los domingos.

Dice en quechua que la arveja blanca no es tan dura y la mejor para quienes no tienen buena dentadura (sonríe), pero la arveja negra es exquisita y para no olvidarla, sin embargo es dura y exige tener los dientes más resistentes al momento de comerla.

Los tostados están bien ordenados y se muestran encima de aguayos, al lado mujeres de pollera y ajso, sentadas en la vereda, los ofrecen como aperitivo, tal vez para calmar el hambre repentina.

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