Seguridad
Es un calvario de frustraciones
Familia vive una “tortura” tras sufrir estafa de $us80 mil
Foto ilustrativa.


Domingo, 2 Julio, 2017 - 15:40

El sueño de la familia Zonco Lobo de La Paz se convirtió en una pesadilla que ya lleva tres años. Estafadores les quitaron los ahorros de toda la vida y desde entonces peregrinan en instancias de Policía, Fiscalía y Justicia en busca de recuperar el dinero que tanto les costó ganar, sin embargo, este proceso se convirtió en una “tortura” de trabas, papeleos y frustraciones.

“Toda una tortura. Yo me enfermado, estoy mal de salud, todo un desastre. El gasto ha sido terrible. En la Policía, la Fiscalía nada es gratis, en el juzgado menos, todo hay que pagar”, lamentó entre lágrimas Mercedes Zonco.

La pesadilla de esta familia comenzó como el sueño de tener un inmueble. Según su denuncia, en julio 2014, vieron un anuncio de venta de terreno en la zona Sur de La Paz, y esperanzados contactaron al presunto vendedor, Enrique Kanda Aliaga, un hombre de la tercera edad que usa su condición de adulto mayor para generar confianza.

Kanda llevó a la familia al terreno que estaba vendiendo, ubicado por la zona El Pedregal. El adulto mayor dijo que era cuidador de ese inmueble que pertenecía supuestamente a su sobrina, quien necesitaba el dinero de la venta para actividades comerciales.

La familia observó que Kanda tenía acceso físico al terreno y además exhibió el documento de información rápida del mismo. Entonces, los Zonco decidieron avanzar con la compra, con la condición de que el vendedor lleve a la dueña del inmueble para completar la transacción en persona.

La supuesta dueña del terreno no apareció y Kanda se presentó con el joven Robert Mauricio Caba Dorado, de quien aseguró que era ahijado de la propietaria. Los vendedores argumentaron que la dueña había viajado de urgencia y que había dejado un poder a su ahijado para hacer la transacción.

La familia decidió hacer el pago. Quedaron en una transacción de 89 mil dólares, de los cuales entregaron 80 mil en la mano de Caba, dejando el resto para después. Fueron con el joven a oficinas de la Alcaldía para pagar el impuesto a la trasferencia, y en la tardanza Caba escapó del lugar y después ya no contestaba las llamadas.

Los Zonco siguieron adelante y contrataron obreros para limpiar el terreno. La sorpresa fue grande cuando el 17 de julio de 2014, Mercedes recibió una llamada de sus trabajadores para decirle que unas personas que decían ser dueñas del inmueble habían aparecido.

La mujer trató de contactarse con los vendedores, pero el joven Caba tenía el celular pagado y Kanda sólo atinó a decir que no hagan caso y pongan un portón, luego ya no contestó.

Ante la emergencia, la familia pidió a una señora que llame a Kanda para hacerse pasar por una compradora y preguntar por el terreno. Se encontraron con que el adulto mayor seguía ofreciendo el inmueble. Lo citaron y lograron capturarlo.

Enfrentaron a Kanda con las personas que decían ser dueñas del terreno, y éstas lo acusaron de haber allanado el inmueble. Todos fueron a instancias policiales, donde la familia Zonco constató que los documentos que les mostraron para la compraventa eran falsos.

Descubrieron que los documentos que les había entregado el joven Caba no coincidían con la realidad, y que incluso los estafadores habían utilizado papeles de otro bien inmueble para fingir que se trataba del terreno que estaban ofreciendo.      

Fotografías de Kanda y Caba, según los familia Zonco

Entonces comenzó el calvario de los Zonco con las autoridades. Mercedes relató que pidió ayuda del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía, donde le mostraron la foto de Caba, puesto que el joven ya había tenido antecedentes de conducta delictiva.

En el DACI, según el relato de la mujer, pidieron una semana para encontrar a Caba, pero al terminar ese plazo el oficial que los atendió dijo que ya no formaba parte de esta unidad. Mercedes aseguró con frustración que después descubrió que la versión del uniformado era mentira.

Mientras tanto, la familia Zonco sin ayuda policial logró detectar por su cuenta el paradero de Caba y fueron a su encuentro. Según Mercedes, el joven dijo que devolvería los 80 mil dólares de la siguiente manera: 28 mil con un terreno a nombre de un familiar, 12 mil con un vehículo y 40 mil en efectivo.

Los Zonco esperaron a que la familia de Caba aparezca para hacer estas transacciones –como él había prometido- pero no lo hicieron, por lo cual iniciaron el proceso judicial en el acto.

De acuerdo con la denunciante, en julio de 2015, se logró que un juez envíe al joven Caba a la cárcel con detención preventiva. Sin embargo, Mercedes dijo que a su familia no le sirve que el acusado esté encerrado, porque lo que necesita es recuperar el dinero. “Es el sacrificio de toda mi vida, cómo puede quedar asi tan fácilmente los maleantes”, exclamó.

Por otro lado, el adulto mayor sigue en libertad. La familia Zonco intentó encontrarlo, pero él cambiaba constantemente de teléfonos y daba direcciones falsas. Hace poco lo capturaron y se sorprendieron con que tenía en su posesión varios documentos de poderes para inmuebles. “A tantos está haciendo llorar”, lamentó Mercedes.

Ahora, la familia Zonco teme que se consume lo que consideran una injusticia. Según Mercedes, uno de los acusados de estafa pidió mediante su abogada Zuleika Lanza someterse a un juicio abreviado. Explicó que el sindicado aceptaría su delito, pero eso no convence a la familia. 

La familia Zonco pidió que se amplíe a más delitos la imputación, pero se sorprendió de que primero se diera lugar a la solicitud de juicio abreviado. La audiencia se realizará este lunes 3 de julio y las victimas aseguraron que se negarán a que se consume el procedimiento abreviado.

Por otro lado, también está por comenzar el juicio oral por este caso. Mercedes aseveró que la misma fiscal que lleva adelante el proceso le dijo que con este litigio se podrá conseguir una condena a los acusados, más no así la recuperación de su dinero. Los acusados no tienen bienes a su nombre.
          
Mercedes rompió en llanto y dijo estar frustrada con el curso que siguió el caso, que incluso ha deteriorado su salud, puesto que recientemente le diagnosticaron diabetes. Lamentó que mientras ella sufre por el dinero que le sonsacaron, los estafadores están tranquilos, uno en libertad y el otro –según la mujer- con el beneficio de estar en el sector Posta de la cárcel.

La mujer cree que el dinero de los estafadores los ayuda a tener ventajas ante las autoridades. “No quiero recordar, estoy dolida contra la Policía, los fiscales, los jueces. Son corruptos. Él único que nos ha tocado que ha actuado bien en el doctor Iván Córdoba”, manifestó con pena.

Mercedes con los ojos empapados en lágrimas recordó a las autoridades que ella es la víctima y les pidió que no se parcialicen con los estafadores.