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El fiscal Harold Jarandilla negó las acusaciones de presunta extorsión que emitió en su contra la abogada de uno de los supuestos afectados, Roxana Paz.
La abogada aseguró que su cliente Adolfo Echavarría fue extorsionado por Jarandilla (quien supuestamente le pidió 1.000 dólares) para favorecer a su defendido en una audiencia de cesación de detención preventiva, que cumple en la cárcel de San Pedro por supuesta violencia psicológica contra una mujer.
“Niego rotundamente (la acusación), lo único que hice es aplicar la Ley 348, que la sociedad en su conjunto exclama y suplica a las autoridades que se luche contra la violencia. Cuando uno trata de luchar contra la violencia vienen con este tipo de ataques de toda naturaleza”, dijo Jarandilla, en declaraciones a ERBOL.
El fiscal aseguró que nunca se reunió con la abogada ni mucho menos con la persona que patrocina la jurista.
“Quiero que se me pruebe que he extorsionado con 1.000 dólares a una persona que supuestamente guarda detención preventiva en el penal de San Pedro, lo cual me parece ilógico. Es más, yo nunca me he reunido con ese señor, mucho menos con su abogada ni con ninguno de su parentela”, aseguró.
Asimismo, sostuvo que nunca se hizo cargo de la investigación del presunto despojo de casa que habría sufrido la familia Echavarría.
“Si la señora (o el señor) sufrió un hecho de despojo, tiene que denunciarlo, yo no soy fiscal de despojos, soy fiscal de casos de violencia hacia la mujer, desconozco ese otro caso”, afirmó.
Aseguró que Paz intentó colocar datos falsos en un informe que supuestamente pensaba utilizar como prueba de la presunta extorsión. Jarandilla consideró que con esta denuncia su dignidad fue mellada.
“Mellar la dignidad de cualquier profesional sin fundamento, sin documento, es un cargo gravísimo y mucho más publicarlo. En este país todavía se respetan los derechos constitucionales”, expresó.
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