Seguridad
Un martes diferente en la cárcel de máxima seguridad
La tarde deportiva en Chonchocoro acaba con ‘Oti’
Ingreso principal a la cárcel de Chonchocoro. Foto/Tomada de La Razón

Martes, 19 Junio, 2018 - 21:32

El “Oti” fue a jugar un partido de futbol y encontró la muerte de la manera más trágica, algunos que lo conocen dirían con cierto aplomo que murió en su ley. El esparcimiento deportivo de todos los martes y viernes en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro acabó teñido de sangre  con  un muerto y dos heridos.

Se trata del exlíder del grupo denominado "La Pesada" del PC-4 con más de 4.000 internos cuyo movimiento asemejaba a una ciudadela, según definió en su momento el comandante general de la Policía, Faustino Mendoza, al referirse a la otra cárcel de máxima seguridad: Palmasola donde “Oti” cumplía una condena de 30 años de presión por el asesinato a dos policías y era acusado de dirigir robos y atracos desde la cárcel. 

Víctor Hugo Escobar como es su nombre real del “Oti”, cumplía este martes 3 meses y 3 días en Chonchocoro, luego de haber sido trasladado el 15 de marzo de Palmasola, al ser uno de los cabecillas de aquel motín que dejó seis personas muertas y más de 20 heridos.

Este martes 19 de junio a las 14:20 fue diferente para la vida de "Oti",  a partir del asentimiento del Jefe de Seguridad capitán Víctor Ramírez Nin, quien siguiendo la costumbre, que a veces se impone  a ley, autoriza a que Escobar y su colega de cárcel Javier Flores Copa alias  el “Tacubayo”, se trasladen del sector “E” y”D”  respectivamente,  a la cancha de la población a realizar una tarde deportiva que debía realizarse bajo normas internas de seguridad.

De acuerdo a parte oficial al que tuvo acceso la red Erbol, cerca de las 14:25, aproximadamente a la altura de los Galpones, el personal de seguridad fue rebasado por los privados de libertad. Era una refriega entre internos algunos de los cuales “tenían el rostro cubierto”, describe el informe policial.

Un grupo aún no identificado agrade físicamente con objetos punzocortantes tenienco como blanco principal la humanidad de “Oti”, quien recibió - de acuerdo al informe preliminar - 20 heridas entre puñaladas y otros. Era un momento incontrolable, pero los funcionarios de seguridad reaccionaron inmediatamente y lograron separarlos.

No es que “Oti” llegó junto a “Tacubayo” de Palmasola, sino que se conocieron en Chonchocoro, con la triste coincidencia que ambos purgaban penas por asesinato.  El "Tacubayo" - nombre mexicano para describir a un personaje de clase baja, que trata de hacer fama y fortuna, trabajando menos y cultivando sueños  guajiros (fantasías)” - fue sentenciado a 30 años de cárcel por doble asesinato en Trinidad y desde el 15 de mayo de 2015 cumplía su pena en La Paz.

El informe oficial de Chonchocoro señala que “los dos privados de libertad presentaban heridas punzocortantes en varias partes del cuerpo, siendo trasladados al hospital de Viacha. “Oti” salió  a las 15:00 horas, no resistió y falleció 20 minutos después por shock hipovolémico, fracturas de brazos y antebrazos. Su amigo de celdas cayó duramente maltratado.

Pero la acción policial no se detuvo ahí,  sino que no obstante los rostros encapuchados, logró identificar a Hardy Gómez Vaca, Martín Álvaro  Chávez Nina y Einar Heredia Rivero como los protagonistas de la reyerta y fueron aislados con fines investigativos.

El cuerpo del “Oti” ya está en la morgue del Hospital de Clínicas y por lo avanzado de la hora no pudieron practicarle la autopsia que será este miércoles. El fiscal Luis Fernando Atanacio dijo que hasta el lugar llegaron funcionarios del Defensor del Pueblo, a quienes le pidieron contactarse con los familiares que residen en la ciudad de Santa Cruz.

Un médico del Hospital Agramont dijo que  la vida del “Tacubayo”  es estable,  pese a presentar múltiples lesiones y heridas punzocortantes en el tórax sin mayor profundidad, por lo  que procedieron a realizar exámenes complementarios.  En horas de la noche llegó Hardy  Gómez también con graves heridas y al parecer salud estable.

De este trágico hecho, lo único seguro es que el "Oti" se fue a los cielos y no volverá a jugar más futbol, pero los otros retornarán a la cárcel donde ya pocos estarán seguros que se trata de un centro penitenciario de máxima seguridad, entendido como no apta para escapar, pero sí para fugar al cielo de manera forzada como en estos casos. //Cc

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