Seguridad
Padre del militar dice que FFAA están guiadas por venganza
Revelan que el suboficial Colque tiene que hacer sus necesidades en su celda
Paz Colque, padre de uno de los suboficiales detenidos. Foto: ERBOL.


Martes, 23 Septiembre, 2014 - 20:16

Paz Colque, padre de uno de los dos suboficiales que están detenidos en la base de la Fuerza Aérea de El Alto, denunció que su hijo se ve obligado a hacer sus necesidades fisiológicas en la misma celda en donde está recluido por pedir la descolonización de las Fuerzas Armadas.

“Mi hijo está detenido bajo las cuatro paredes, bajo candado en la puerta. ¿Acaso nosotros no tenemos necesidades fisiológicas? Eso tiene que hacer en la misma celda. El carcelero, dónde se habrá ido, peor en la noche”, relató el progenitor de Franklin Colque.

Este suboficial  y su colega Freddy Sucojayo están detenidos desde el 2 de julio. Ambos están acusados por los delitos militares de sedición, rebelión y motín, que supuestamente cometieron en las movilizaciones de los suboficiales y sargentos que tuvieron lugar en abril.

“Hasta el momento, los militares se han endurecido, han hecho oídos sordos guiados por una venganza, como diciendo ‘este tiene que sufrir hasta las últimas consecuencias’ y así lo están haciendo”, dijo al respecto Paz Colque.

A finales de julio, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), Yolanda Herrera, denunció que en las celdas de la base aérea existe tortura porque uno de los privados de libertad está expuesto a luz artificial todo el día.

“Hemos encontrado una persona que está 24 horas, o todo el momento, con luz artificial y eso también puede ser catalogado como tortura”, indicó Herrera.    

El padre del suboficial detenido aseveró que el trato que recibe Franklin es “inhumano” puesto que es torturado de forma “material, corporal y psicológica”.

En condiciones similares de detención está el suboficial Jhonny Gil. Según su tía, María Teresa Calderón, este militar está recluido en un lugar repleto de “escombros de perros, guano de caballos”. La mujer aseveró que su celda “es una cochinada llena de porquerías”.