Seguridad
Familiares piden justicia
Denuncian que policía muerto en Tacacoma fue torturado
El uniforme que vestía Quispe estaba intacto.


Lunes, 24 Agosto, 2015 - 12:01

La familia de José Luis Quispe Cruz –el policía que murió el 17 de agosto en el enfrentamiento entre comunarios y uniformados, registrado en el municipio de Tacacoma por el presunto avasallamiento que cometieron los pobladores a una cooperativa minera– denunció que el uniformado fue torturado, golpeado y arrojado a un barranco, además fue enviado al lugar de conflicto sin el armamento necesario.

“La primera versión dice que mi hermano se cayó por accidente al barranco, pero eso no puede ser porque nosotros hemos crecido en un cerro, donde hay muchos barrancos y sabemos cómo caminar por esos lugares. Mi hermano fue golpeado, torturado y lastimado. ¿Cómo una persona que se cae por un barranco puede terminar con la ropa intacta como quedó mi hermano?”, afirmó Javier Quispe de la Cruz, hermano del fallecido.

De acuerdo con la denuncia, Quispe, al igual que otros efectivos, fue enviado al lugar de los hechos, vistiendo sólo un uniforme simple, sin chaleco antibalas ni armamento.

“Cuando mi hermano le llamó a su esposa, le dijo que iba a ir sin armamento porque era una instrucción del Ministerio de Gobierno, porque al Gobierno le interesa que mueran los policías y no los civiles para así victimizarse y usar de bandera la muerte de un policía”, aseveró.

Según Quispe, el cuerpo de su hermano fue hallado ensangrentado y con señales de haber sido brutalmente golpeado.

“El informe forense dice que mi hermano murió porque se le reventó el pulmón izquierdo. Además él tenía el rostro golpeado, el tabique roto y las muñecas con señales de tortura”, explicó.  

Aunque la familia de la víctima no confía en la justicia del país, Quispe exige que se encuentren a los responsables de la muerte de su hermano y que el peso de la ley “caiga sobre ellos”.

“Tienen que identificarse a los comunarios que mataron a mi hermano, porque hay testigos, sus propios camaradas vieron cómo lo patearon y golpearon a mi hermano. Una muerte de una persona no puede quedar así”, aseveró.

 

José Luis Quispe de la Cruz dejó en la orfandad a dos niños, uno de 8 y otro un año.