Social
Son de Norte Potosí
Hermanos denuncian que los condenaron por un caso falso
Los hermanos Balois y Orestes Álvarez.


Viernes, 7 Julio, 2017 - 20:08

Los hermanos Orestes y Balois Álvarez Caro, de 59 y 69 años respectivamente, denunciaron que fueron condenados a dos años y tres meses de cárcel por un presunto delito que fue montado por sus propios familiares.

Junto a su hermana Basilia, ambos relataron que el conflicto familiar tiene su antecedente en 1979, cuando entre cuatro hermanos compraron a partes iguales un amplio terreno en el municipio de Llallagua del norte de Potosí. El inmueble quedó a cargo de Efraín.  

Pasaron los años y Efraín –según sus hermanos- administraba con recelo el bien y no daba mayores datos a sus familiares. Ya en 2013, Orestes pidió a su hermano mayor la repartición del terreno, sin embargo, sólo le ofreció una porción pequeña.

Orestes insistió con pedir su parte del terreno, puesto que no tiene bienes ya que en su juventud sufrió un accidente en trabajo minero que le quitó la visión del ojo derecho. Sin embargo, se encontró que su hermano mayor tenía a nombre suyo el inmueble y había excluido a los demás. Aseguró que se usó documentos falsos para hacer ese trámite.

Entonces, se denunció a Efraín por apropiación indebida y abuso de confianza. Sin embargo, el caso no prosperó porque según las autoridades judiciales había prescrito. La familia apeló, pero el trámite se perdió en el papeleo.

La disputa alejó a la familia, puesto que el resto de los hermanos se puso del lado de Orestes. A eso se sumó que el hermano Balois denunció ante la Policía que fue agredido por los hijos de Efraín sólo por presentarse al entierro de la esposa de éste.
    
Tras estos episodios, de acuerdo con los hermanos, los hijos de Efraín elaboraron un ardid como venganza. El 28 de agosto de 2015, Orestes y Balois relataron que fueron al Cementerio de Llallagua y se sorprendieron porque de repente apareció la hija de Efraín con gritos de que la habían agredido de una manera brutal.

Los hermanos aseguraron que no la agredieron y que además eso no hubiera sido posible porque la mujer estaba acompañada de su hermano y enamorado, que la habrían defendido. Agregaron que la presunta víctima dijo que la golpearon en cuestión de segundos, pero afirmaron que ellos no podrían hacer ese daño en tan poco tiempo por su avanzada edad.

La mujer presentó un certificado forense con fotografías de su cuerpo con heridas en el rostro y extremidades. Sin embargo, los hermanos aseguraron que ese informe fue direccionado y las heridas fingidas. Su mayor evidencia es que el reporte forense señala que la mujer tenía un corte que fue suturado encima del ojo izquierdo, pero en las fotos se observa que esa parte de la cara está intacta.

El juzgado no atendió a la versión de los hermanos y decidió enviarlos a la cárcel con detención preventiva. Orestes y Balois estuvieron 11 días en la cárcel y, tras completar documentación, salieron con medidas sustitutivas a comienzos de 2016.     

El caso pasó a juicio oral. Los hermanos aseguraron que llevaron peritos para desvirtuar el informe forense con que los estaba procesando, sin embargo, denunciaron que la fiscal Mónica Correa no hizo una adecuada valoración de las evidencias.

Recordaron que incluso el año pasado varias personas, con casos similares,  hicieron vigilia de más de dos semanas para exigir el cambio de la fiscal, pero sus pedidos no fueron escuchados.

El caso continúo y recientemente el Tribunal Mixto de Sentencia en lo Penal de Llallagua condenó a los hermanos a dos años y tres meses de cárcel, tiempo que les niega el perdón judicial, pero accedieron a la suspensión condicional de la pena y están obligados a firmar periódicamente un libro de registro. Apelaron la sentencia y esperan la resolución.

Los hermanos exigen justicia. Orestes expresó su indignación con esta situación en la cual los condenaron por un crimen que aseguraron no cometieron y además son objeto de constantes amenazas del hijo de Efraín. Todo por un terreno.