Denuncian abusos y cobros en Consulado en San Pablo

Mónica Rodríguez, residente hace 20 años en Brasil, relató que los ciudadanos bolivianos en San Pablo se desaniman y desisten de hacer trámites en el Consulado General porque ahora deben pagar 45 dólares para legalizar un certificado de antecedentes y son víctimas de abusos de los funcionarios de la representación diplomática.

Relató, entrevista con la Red ERBOL, que los bolivianos, los cuales en muchos casos no saben hablar portugués, acuden a ella para informarle de los obstáculos que deben enfrentar.

Explicó que antes en el Consulado pedían sólo certificado de nacimiento, carnet de identidad y el certificado de antecedentes policiales, sin embargo, ahora este último documento debe contar con el aval de la representación diplomática, el cual tiene un costo.
   
“Estos dos últimos meses la gente me está buscando y diciendo ‘señorita ¿usted sabe qué está pasando? Ahora me están queriendo cobrar 90 reales? Esos son 45,50 dólares”, indicó. 

Añadió: “luego los funcionarios son tan toscos que no saben atender a la persona y dicen ‘coloque aquí su nombre y vuelva la próxima semana”. El problema, según Rodríguez, es que San Pablo es una metrópoli de 20 millones de habitantes y que los bolivianos tardan hasta dos horas en llegar al Consulado. Por eso desisten del trámite.
   
Piden la salida del Cónsul

La boliviana relató que por muchos años los residentes en Brasil piden la renuncia del cónsul Jaime Valdivia. “Allá vivimos como una dictadura. No tenemos voz ni voto. Cualquier cosa que digamos contra el Cónsul, él viene con su gente a amenazarnos (…) Está en el cargo desde que yo estoy (en Brasil). Hemos intentado tanto para sacar a este hombre”, dijo.
            
La mujer aseguró que en los peores momentos Valdivia no aparece, como el año pasado cuando un niño boliviano perdió la vida a manos de criminales.
  
Asimismo, denunció que el Consulado no apoya a los nacionales incluso en momentos muy delicados para las familias. “Cada semana dos muertos Los fallecidos se entierran como indigentes, porque para mandarlos allá a Bolivia cobran 7 mil reales, más o menos 4 mil dólares, y yo tengo que ir al Consulado  y la gente no recibe ayuda”, aseveró.