¿Queremos “tumbar” al Gobierno de Luis Arce?

Por Rosa Talavera Simoni - ciudadana en ejercicio

A muchos no nos gusta el estilo de gobierno del presidente Luis Arce, que parece creer que el haber sido elegido con el 55% de los votos, lo habilita para desconocer la opinión del restante 45% que no votó por él.

Por eso, la primera demanda esencial de la movilización ciudadana en curso, es algo que le hemos venido pidiendo recurrentemente: que gobierne para todos los bolivianos. La segunda exigencia que le hacemos  es que gobierne en el marco de la Constitución Política del Estado que, nomás al abrirla ahí, en la segunda parte de su primerartículo dice: “Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.  

Y no, a pesar de lo que dice un audio atribuido a Rolando Borda, actual secretario ejecutivo de la COD de Santa Cruz, y presuntamente dirigido al Viceministro de Regimen Interior y Policía, Nelson Cox, la población que está movilizada no quiere “tumbar” al gobierno, ni está saliendo a las calles “a matar o a morir”, como dice supuestamente Borda, que saldrá “su gente”, a menos que la policía, y si fuera necesario, el ejército, someta “de una vez” a los manifestantes.

Nuestra movilización, a pesar de algunos exabruptos de líderes cívicos con escasa sensibilidad política (atributo que tampoco tiene el presidente Arce, lo cual es aún más lamentable tratándose de la máxima autoridad política del paìs) es pacífica y enmarcada en el derecho constitucional a la protesta.  

No se puede ni pensar en interrumpir el mandato de Arce, pues ello debilitaría aún más la institucionalidad democrática y abriría el camino a un absoluto deterioro de la situación general del país.  Lo que hay que hacer es recuperar la democracia.  Y, por ello, más allá del problema específico de la ley 1386 y otras que integran lo que se ha denominado “el paquete autoritario”, lo esencial, en este momento, es la restitución de los 2/3 para la toma de decisiones en la Asamblea Legislativa Plurinacional, espacio por excelencia para el debate amplio y detallado de las iniciativas de ley que afectan la vida del conjunto de los bolivianos.  

Mientras no existan condiciones para que la oposición pueda hacer valer su voz en la ALP y persista la sordera gubernamental, no nos quedará otra opción que salir a las calles, una y otra vez, para hacer escuchar nuestra voz y defender nuestros derechos. Y en la calle, se mezclan aspiraciones legítimas con otras que pueden resultar cuestionables.

Presidente Arce, salve su gobierno, no empuje al país por caminos que inevitablemente conducen al desastre total. Ah, y por cierto, los pobres a los que usted arenga para volcarlos contra los “ricos”, no creo que compartan la aspiración que usted ha declarado, quizás como recurso retórico a falta de otros, más sólidos, de convertir Bolivia en un país socialista; por el contrario, es más probable que quieran progresar, salir de la pobreza y seguir siendo libres.