Opinion

NI LOS UNOS NI LOS OTROS
Desde el Chaco
Ubaldo Padilla Pérez
Miércoles, 31 Agosto, 2016 - 14:00

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Doña Tomasa se levanta antes que se despierte el día y se va a buscar leña para la cocina. Doña Tomasa que vive en Caraparicito, Zona Alto Parapetí, Campo Incahuasi, ni se imagina que debajo del suelo en que pisa, hay miles de millones de metros cúbicos de gas y ni se imagina que por esos miles de millones, se están peleando gente que ni conocen la zona. Doña Tomasa que vive sobre trillones y trillones  de gas, aun cocina con leña.
Según me escribió mi amigo y comunicador Guaraní Abad Arredondo; la otra cara de Incahuasi; la de niños, jóvenes, señoritas, adultos y ancianos  abandonados a su suerte: sin colegios, sin agua potable, sin centros de salud, con cocinas a leña; con casas que no parecen casas, con ollas vacías, sin una vida digna; ni se la conoce y si se la conoce se la ignora; a esa gente sacrificada les da lo mismo ser parte de Santa Cruz o de Chuquisaca; les da igual, porque ninguno atiende sus demandas; porque para eso, las autoridades de esos departamentos no se pelean.

Pero hacerse el indiferente frente a tamaña riqueza que está a punto de ser comercializada y frente a tanto impacto medioambiental, social y económico negativo que se avecina,  no es racional. Lo cierto es que Incahuasi al producir los 6.5 millones de metros cúbicos de gas por día que dicen que va a producir durante los 20 ó 25 años de su vida útil, va a generar millones y millones de dólares que van a ir a parar a algún bolsillo. Si el negocio sería justo; esos millones por regalías, tendrían primero que beneficiar a las comunidades del entorno, luego a los municipios cercanos al campo, más después a  la provincia, luego al Departamento y al país....¿Porque?; primero, porque las regalías son una recompensa por los impactos negativos que causa la actividad petrolera en la zona y segundo porque si la riqueza sale de las entrañas de nuestro territorio no es justo que otros se beneficien primero.
Pero como están establecidas las normas; las regalías son Departamentales y en consecuencia es la gobernación del Departamento la que recibe la plata que luego la distribuye como mejor le parece. ¿Qué hacer entonces?, pues, cambiar la norma; un ejemplo concreto es lo que hizo la provincia Gran Chaco; como Tarija hacía y deshacía con los recursos que recibía el Departamento por concepto de regalías que se generaban por la producción de hidrocarburos en Gran Chaco, tramitó una Ley (la 3038) mediante la cual, el 45 por ciento de las regalías son transferidas de manera directa del Tesoro General de la Nación a la provincia; esa Ley le permite ahora a Gran Chaco recibir todo el dinero que recibe y hacer todas las obras que hace.  Así dejaremos de andar mendigando a la gobernación por migajas.