Opinion

NOCHE DE PAZ Y AMOR, NOCHE DEL SALVADOR
El Púlpito
Guillermo Siles Paz, OMI
Jueves, 24 Diciembre, 2015 - 12:14

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Las horas avanzan y nos trae a nuestra mente muchas imágenes, propias de este tiempo. Nos viene la nostalgia de la navidad que viví, aquella que siempre soñé o con la expectativa de la navidad que viviré. Ya contamos los segundos para que llegue la media noche, par que en familia estemos unidos y felices brindar, de comer la comida más tradicional, de abrir nuestros regalos y decirnos, felicidades, muchas prosperidades.

Es una noche buena que nos recuerda todo lo que pusimos en el pesebre, historia, tradición, costumbres. Ahí está nuestra fe, ahí está nuestro amor. EL pesebre fue construido por varias manos, los hijos, los padres, los parientes. Muchos se acercaron para poner alguna decoración o detalle y hacer bella la noche más bonita de la familia. La noche buena, que es la Navidad, el nacimiento de nuestro salvador. La noche de paz, la noche de amor.

Tal vez, año que pasa, tenemos que explicar muchos detalles a los nuevos ciudadanos de este planeta. Nuestros contextos son nuevas realidades, ahí tiene su sentido, también en la Navidad. Ahí están los padres, ahí están los abuelos, que como en las películas de familia, ellos explican con paciencia y mucha imaginación la presencia de cada uno de los personajes. El pesebre se constituye en el centro de la noche. Tal vez la abuela dirá a los niños, ahí está Jesús recen, persígnense, adórenlo.  Pero los niños están más atentos a sus regalos.

No podemos olvidar  donde nacieron los pesebres. Fue San Francisco de Asís, que por los años 1223, construyó el primer pesebre en su pueblito llamado Greccio, en Italia.  La tradición nos dice que San Francisco Asís quería que la gente comprenda como Dios se hizo humano, y recurrió al Evangelio de San Lucas, que nos cuenta, cómo nació Jesús. Puso todos los personajes que están implicados en el nacimiento de Jesús. Desde entonces, en muchas partes del mundo,  armamos un pesebre, ya se hizo parte de la tradición de la fe cristiana.

En esta noche de paz y noche de amor. Será importante mirar a fondo el pesebre. No existen causalidades, sino una realidad que en su tiempo nos marcó.

El pesebre es la construcción visual, de la encarnación de Dios en el pueblo, es decir, cómo Dios se hace humano en nuestra realidad. El pesebre pone en contexto nuestra esperanza de que Dios se ponga delante de nosotros, para hacer que nuestra historia marque su sentido de liberación y de cambio permanente. Si nace pobre es para levantar al mismo pobre, no para hacer más pobres.

En cada cultura se fueron enfatizando algunos elementos. Muchas veces estamos condicionados por la comprensión de Dios, de la imagen que tenemos de Dios. Frente a algunas confusiones, será necesario contemplar, a cada uno de las personas que son testigo de la revelación. Ahí podemos ver primero a un Dios que hace historia y su contexto del nacimiento marca una referencia de la acción de Dios para los pueblos.

El centro del pesebre tiene a Jesús, María y José.  Al mirar a María, que al decir “sí”, permitió que la historia de la salvación se cumpla. Dios cumple su palabra y se hace hombre por el “sí” de María. Al contemplar a José, que acepta la condición en la que nacerá el Salvador, él recibirá la revelación y se hace obediente para aceptar al Mesías, al Señor.  El recién nacido,  el niño Jesús, es el que tenía que llegar, es el esperado, es nuestro Salvador, que nace pobre marginado, excluido y perseguido. Recordemos que Lucas nos dice que no había una posada, un albergue, una residencia, no tenía dónde nacer. Esto lo remarcan los evangelios-

La noche de paz, noche de amor, es la noche del Salvador. Jesús, que significa, el Salvador, es Dios hecho carne, se hace uno de nosotros, se hace parte de un pueblo. Nace entre los pobres y su primera cuna, es la de cualquier pobre de su tiempo. Esto hace que el punto de partida de la historia de la salvación sea en medio de la pobreza extrema, de la exclusión y marginamiento. Dios se hace hombre y pobre para dignificar al pobre y al excluido. Hoy esta es nuestra navidad.