Opinion

CON ALMA DE CAMPEON
Justo y Cabal
Victor Hugo Maidana Alcoba
Martes, 20 Enero, 2015 - 19:41

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Wálter Nosiglia (Waltico) fue nadador, después ciclista, motociclista y cuadriciclista.

Siempre estuvo en competencia, buscó metas y jamás se achicó en la competencia.

Wálter, apareció como siempre apretando fuerte el acelerador, cuando todo hacía ver que estaba retirado del deporte del vértigo sobre dos ruedas, surgió de un momento a otro dando como es su característica, dura batalla en el Dakar.

Siempre estuvo corriendo  en su vida deportiva y como todo vencedor nunca dejó de competir para alcanzar una meta. Sin duda, es un digno ejemplo de vida.

Por los años 76 “waltico”, como le dicen sus amigos en su Sucre natal, inquieto como siempre, organizó el “Moto Club Sucre”, junto a otros apasionados por la velocidad, entre ellos, los hermanos Guzmán, el “negro” Flores, el Alex, el Roberto “loco” Maidana y otros afectos del peligro y la velocidad.

Inmediatamente los chuquis, “fanáticos por las motos”, decidieron  organizar  carreras con motocicletas preparadas por ellos mismos.

Nosiglia es un nombre, que junto a Sarmiento, Palacios, Ocampo y otros, dieron luces a la historia del motociclismo nacional.

El que hereda no usurpa dice un refrán, Wálter Nosiglia sabe de motos y cuadras, es hábil en la conducción, audaz a la hora de correr y  es un experto en motores, como quien dice es un deportista completo.

“Uyuni, la hija predilecta de Bolivia,  convirtió a Wálter, en el hijo predilecto de Bolivia”. En dos oportunidades lo recibió como un verdadero héroe deportivo.

En esta nueva versión del Dakar 2015, Wálter ocupó un honroso tercer puesto, medalla de bronce en una competencia dura, considerada una de las más extremas.

El piloto boliviano corrió con fuerza y con inteligencia, ahí están  los resultados, están a la vista.

También es bueno destacar algo que no se ve pero se nota, Wálter, tuvo la virtud de conformar un buen equipo técnico que lo apoyó minuto a minuto en toda la competencia.

El trabajo en equipo siempre da buenos resultados, el ejemplo está al frente y como este hay muchos otros que se pueden destacar.

Los resultados  conseguidos por Wálter Nosiglia y su equipo en una competencia  deportiva internacional de las características del Dakar, tiene que  ser una enseñanza.

“Querer es poder y el que la persigue la consigue”, son refranes que pueden servir para destacar una gran trayectoria de un persona de grandes ideales como es Wálter.

Ojala, se puedan conformar muchos equipos exitosos para que trabajen por el bien de Bolivia, talentos no faltan, en todos los campos de la  actividad humana, talentos bolivianos quizás sobran, lo difícil es descubrirlos, motivarlos y darles su oportunidad.

Estructurar, armar buenos equipos no es tarea fácil, pero tampoco difícil, todo depende de hacer buenas selecciones, apartando a los incapaces y tirasacos que ganan por calentar los asientos en instancias públicas  y casi siempre están como adornos en varias entidades deportivas, el ejemplo más claro está en los deportes, donde pocos se merecen el cargo que ocupan, mientras que a otros les queda grande.

Wálter Nosiglia, apareció desde atrás guapeando como siempre, apretando el acelerador, conformó un gran equipo que lo acompaño en la ruta al éxito, se organizó bien, soñó con llegar a la meta y lo logró. Wálter tiene alma de campeón.

GRACIAS VOLVERE PRONTO PARA SEGUIR HABLANDO JUSTO Y CABAL.