Opinion

CAPITAL GASTRONÓMICA Y CIUDAD DIGITAL
Llaqta Qhäpariy
Henry Gonzalo Rico García
Viernes, 11 Abril, 2014 - 18:07

Valorar: 
Average: 5 (1 vote)

Nuestra Ciudad capital, por carga de los asambleístas, concejales y de los ejecutivos de la Cooperativa Mixta de Teléfonos de Cochabamba, es la capital gastronómica y la primera Ciudad Digital de Bolivia, denominaciones que son impuestas mediáticamente y por puro entusiasmo antes que ser definidos que por estudios serios, creíbles y calificados.

Decir que nuestra llaqta es la capital de comilones y la ciudad que está en los umbrales de la primera ciudad digital no es verdad, porque la gastronomía implica no solo comer harto, sino que este en condiciones profilácticas y que sea posible encontrar una comunicación rápida y una respuesta oportuna. Basta visitar los diferentes bares, restaurantes, lugares de comida rápida y mercados para verificar que no es tal, y basta también intentar comunicarse con la oficina central de COMTECO, y peor aún, poder contactarse o hablar con los ejecutivos de la Cooperativa para hacerles conocer los malos tratos que un socio-usuario recibe; y, para colmo de males, la tarifa básica se incrementó en 0,93 centavos desde marzo pasado y la burocracia ha crecido desmejorando el servicio, pero no solo eso, parecería que COMTECO se ha convertido en una entidad usurera de intermediación financiera porque cobran 61 dólares de interés cuando el de la acción es de 83 dólares.

Los concejales, asambleístas y los consejeros y ejecutivos de COMTECO necesitan un jalón de orejas porque no pueden firmar leyes sin previo estudio técnico-jurídico e incrementar la tarifa y poner cien mil obstáculos para que un socio-usuario converse con un ejecutivo de la cooperativa de teléfonos. Afortunadamente el Alcalde y el Gobernador ya recibieron jalón de orejas por parte del Presidente del Estado en septiembre del pasado año en el Aeropuerto Jorge Wilstermann, pero ni eso los hace reaccionar para mejorar la gestión y ser más eficientes.

Los cochabambinos pagamos nuestros impuestos para ver mercados y la ciudad en sí en condiciones profilácticas que nos hagan merecedores de un halago y no para que beneficien a la campaña edil-gubernamental que busca la re re-elección, o que nos vendan la ilusoria razón social de Corporación y Ciudad digital.

Arreglar jardines, bachear calles o cambiar luminarias no es gestión y menos es apuntalar como capital gastronómica. Hacer que un socio-usuario viaje 220 kilómetros para pagar el importe de  una acción telefónica o reclamar el mal trato y servicio que recibe no es estar en el umbral de una ciudad digital, sino que quiere decir que tal vez seamos, pero sirve solo de buen pretexto para ganar guirnaldas, cuecas, baile, diversión para el olvido y lograr cobertura de algunos programas de medios de comunicación que tienen publicidad de COMTECO.

La porfía por llegar alos sillones municipales o a los de los Consejos de Administración y de Vigilancia, a los curules edil y departamental es repudiable, aunque entendible porque la miel que producirían ambas entidades parecería ser muy dulce y por eso muchos buscan esas colmenasso pretexto de extirpar la corrupción y acabar con la ineficiencia que, al finaly una vez elegidos, terminan siendo parte de lo mismo, es decir, desleales que acuden al chantaje y una serie de bribonadas propias de gente adicta a la revolución democrática y cultural y al proceso de cambio y no de ciudadanos al servicio de su pueblo y de sus socios.